Los aniversarios en Belfast

Las manifestaciones de estos últimos días en Irlanda del Norte han sido más pacíficas de lo previsto. Cada verano, los aniversarios hacen aumentar la tensión en la provincia: los protestantes conmemoran sus victorias, las de Guillaume D'Orange sobre los católicos; ellos rinden homenaje a sus mártires, con el riesgo de crearse otros nuevos, y comparten el odió del recuerdo, de. las hazañas de la represión británica.Estas citas con la historia conservan el ritual y son siempre precedidas de una intensa movilización que hacen temer lo peor. Normalmente no degeneran en enfrentamientos fisicos grav...

Las manifestaciones de estos últimos días en Irlanda del Norte han sido más pacíficas de lo previsto. Cada verano, los aniversarios hacen aumentar la tensión en la provincia: los protestantes conmemoran sus victorias, las de Guillaume D'Orange sobre los católicos; ellos rinden homenaje a sus mártires, con el riesgo de crearse otros nuevos, y comparten el odió del recuerdo, de. las hazañas de la represión británica.Estas citas con la historia conservan el ritual y son siempre precedidas de una intensa movilización que hacen temer lo peor. Normalmente no degeneran en enfrentamientos fisicos graves, a menos que intervengan las fuerzas del orden público, como lo hacen a menudo -éste fue el caso del año pasado- y lo han evitado esta vez. Estas celebra ciones no tienen otro fin que mantener los espíritus en alerta en beneficio de los grupos extremistas de cada comunidad. (...)

Ninguna solución al conflicto que ensangrienta la provincia puede darse en estas condiciones, a menos que los dos Gobiernos a los que concierne -Londres y Dublín- lleguen a separar el buen grano del malo, es decir a aislar a los extremistas de cada campo. Es en esto en lo que se ocupan actualmente, sin garantía de éxito.

Por parte de Dublín, se condenan más firmemente que nunca los movimientos armados y se esfuerzan en promover un diálogo constructivo con Londres que tiene el apoyo de todas las organizaciones católicas no violentas de la isla.

Del lado británico, bajo un aparente inmovilismo, se esfuerzan desde hace varios años en hacer más discreta la presencia militar en el Ulster, condición. necesaria para que una normalización parezca posible. (...)

Londres y Dublín continúan actualmente las discusiones, tan discretas cómo delicadas, para intentar impulsar la cuestión irlandesa por el terreno institucional. Se trataría de reconocer la existencia de una dimensión irlandesa y, sin poner en duda la pertenencia del Ulster al Reino Unido, de asociar Dublín a la dirección de los asuntos de la provincia.

13 de agosto