Miquel Roca y Adolfo Suárez preparan ya la 'batalla de otoño' para hacerse con el espacio político de centro

El Partido Reformista Democrático (PRD) lanzará este otoño su última ofensiva para lograr hacerse con la hegemonía del espacio político de centro, reverdeciendo la lucha con el Centro Democrático y Social, de Adolfo Suárez, dijeron fuentes del partido inspirado por Miquel Roca. En octubre, el sector liberal del PRD, representado por Antonio Garrigues, será el anfitrión en Madrid de la cumbre de la Internacional Liberal, mientras que, en noviembre, el CDS celebrará su congreso nacional; ambos actos serán el inicio de sendas campañas de imagen, pensando en la larga precampaña electoral que se in...

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El Partido Reformista Democrático (PRD) lanzará este otoño su última ofensiva para lograr hacerse con la hegemonía del espacio político de centro, reverdeciendo la lucha con el Centro Democrático y Social, de Adolfo Suárez, dijeron fuentes del partido inspirado por Miquel Roca. En octubre, el sector liberal del PRD, representado por Antonio Garrigues, será el anfitrión en Madrid de la cumbre de la Internacional Liberal, mientras que, en noviembre, el CDS celebrará su congreso nacional; ambos actos serán el inicio de sendas campañas de imagen, pensando en la larga precampaña electoral que se inicia a la vuelta de las vacaciones.

Nadie oculta en el PRD el deseo, a medio plazo, de llegar a algún tipo de "plataforma de centro" con los democristianos del Partido Demócrata Popular, de Óscar Alzaga, reproduciendo así a nivel estatal la coalición que une a Convergéncia Democrática de Catalunya con Unió Democrática de Catalunya.Pero, para ello, tampoco se oculta a nadie que será preciso que el PDP rompa primero su actual pacto de coalición con Alianza Popular, y ello no ocurrirá, en todo caso, hasta después de las elecciones legislativas de 1986.

Fracaso con el CDS

Entretanto, fracasado su primer intento de llegar a un acuerdo preelectoral con el CDS, que actualmente parte como favorito en las encuestas, el PRD tendrá que replantearse su estrategia a corto plazo, según admiten varios de sus dirigentes.

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La dimisión del hasta ahora portavoz, miembro de la comisión ejecutiva y del secretariado del partido, Juan Roldán, consumada este fin de semana, ha significado un nuevo golpe para la formación que inspira (aunque no milite formalmente en ella) Miquel Roca.

Roldán justificó su salida en motivos estrictamente profesionales, pero el malestar existente en el seno del secretariado del partido (que no se reúne desde el pasado mes de marzo, pese a que sus encuentros deberían realizarse semanalmente) es un hecho desde hace meses.

Medios dirigentes reformistas admiten que el entendimiento entre el presidente del partido, Antonio Garrigues Walker, y el secretario general, Florentino Pérez, "no es perfecto"; de la misma manera, existen diferentes puntos de vista respecto a la urgencia de establecer una coordinación con Convergència Democrática de Catalunya, y ya se han escuchado varias voces significativas solicitando que Roca pase a militar formalmente en el PRD, encabezando las listas electorales de Madrid.

También los problemas internos que surgen en Coalición Galega, desde que Víctor Moro renunció a encabezar la candidatura a la presidencia de la Xunta, repercuten sobre la marcha del PRD, que había contado con los buenos resultados de CG para apoyar el despegue estatal de la operación reformista, una operación a la que los sondeos conceden todavía muy escasos índices de conocimiento popular y que no crece en militancia, pese a que, en una reciente entrevista, Roca aseguró que el PRD cuenta ya con 24.523 afiliados.

Al tiempo, surgen algunas dificultades periféricas, como las que han obligado a la dimisión del presidente reformista en Aragón.

Incorporación de ucedistas

Los dirigentes del PRD oponen a todo ello la ya existente infraestructura de la operación reformista, que incluye cuatro parlamentarios en las Cortes generales, 29 parlamentarios autónomos, más de 2.000 concejales y casi 350 alcaldes, contabilizando, naturalmente, los efectivos de Coalición Galega, que técnicamente no pertenece al PRD, aunque esté incluida en la operación reformista.

También señalan que a la ofensiva iniciada esta primavera con la celebración de 14 congresos regionales hay que unir la que seguirá este otoño, a partir de la celebración de la cumbre de la Internacional Liberal, de la que Antonio Garrigues es el único vicepresidente español.

Fuentes del PRD insisten en la próxima incorporación al partido de "valiosas figuras procedentes de UCD", citándose el nombre del ex ministro de Transportes y de Comercio, Luis Gámir, perteneciente al ala socialdemócrata del disuelto partido centrista. Por el contrario, recientes aproximaciones a otros socialdemócratas centristas, como Juan Antonio García Díez o Carlos Bustelo, no han dado el resultado apetecido.

Tampoco parece haber tenido mayores consecuencias una reciente entrevista entre Roca y el dirigente del Partido Andalucista, Luis Uruñuela, con vistas a una convergencia de ambas fuerzas en Andalucía.

Por su parte, Adolfo Suárez se prepara para iniciar, este mismo verano, una campaña en Galicia. Tanto el CDS como los reformistas consideran a las elecciones gallegas como una importante prueba sobre lo que ocurrirá con el centro político en las elecciones generales. Aunque los suaristas no han logrado aún ni siquiera designar un candidato para encabezar sus listas, los sondeos, citados tanto por AP como por el PSOE, indican que el CDS experimenta una ligera subida en sus expectativas de voto, aunque aún sigue ligeramente superado por Coalición Galega.

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