José Caballos, expulsado de la ejecutiva socialista sevillana

El PSOE sevillano formalizó ayer la expulsión de José Caballos de la secretaría general, dando así satisfacción a la exigencia de Alfonso Guerra, vicesecretario general de los socialistas, que lo había pedido explícitamente el pasado 26 de mayo, con lo que abría una dura y prolongada crisis en el seno del partido. La nueva ejecutiva, cuyo secretario general es Manuel Fernández, ha obtenido menos votos de los que obtuviera la encabezada por José Caballos en el congreso ordinario de hace sólo cinco meses.

El vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra viajó a Sevilla el pasado 26 de m...

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El PSOE sevillano formalizó ayer la expulsión de José Caballos de la secretaría general, dando así satisfacción a la exigencia de Alfonso Guerra, vicesecretario general de los socialistas, que lo había pedido explícitamente el pasado 26 de mayo, con lo que abría una dura y prolongada crisis en el seno del partido. La nueva ejecutiva, cuyo secretario general es Manuel Fernández, ha obtenido menos votos de los que obtuviera la encabezada por José Caballos en el congreso ordinario de hace sólo cinco meses.

El vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra viajó a Sevilla el pasado 26 de mayo para reunirse con un numeroso grupo de cuadros del partido en la provincia y exigir la salida del puesto del secretario provincial, José Caballos, cuya ejecutiva había sido votada por abrumadora mayoría sólo dos meses antes.

El gesto se interpretó desde el principio como un paso más en la batalla entre Alfonso Guerra y el presidente andaluz y secretario regional, Rodríguez de la Borbolla de quien José Caballos es el hombre de confianza en la provincia. Borbolla salió en defensa de José Caballos y aseguró que no entregaría "la cabeza del Bautista".

Tras unas semanas de tensión resuelta a raíz de que el pasado 30 de junio el presidente del Gobierno, Felipe González, criticara en la reunión del comité federal del partido, celebrada en Madrid, la actitud de los califas y los intentos de federalización del partido, el tándem Borbolla-Caballos cedió bruscamente. Se anunció que los dos sectores enfrentados habían llegado a un acuerdo, pactando una ejecutiva en la que no figuraría José Caballos ni algunos de sus más destacados colaboradores.

La sombra del 'Azor'

Este acuerdo fue plasmado en el congreso extraordinario celebrado ayer en Sevilla, con asistencia de Alfonso Guerra, y ha venido precedido de nuevas escaramuzas entre guerristas y borbollistas, lo que demuestra que la paz no es total. A la hora de nombrar delegados para el congreso han existido conflictos en varias agrupaciones. Así, el destacado guerrista Miguel Ángel Pino no fue votado en su agrupación, la sureste, y si pudo acudir al congreso de ayer fue en representación de otra agrupación de fuera de la capital. En respuesta, el significado partidario del Presidente de la Junta de Andalucía, el borbollista, José Manuel Leal, incluido en la nueva ejecutiva pactada, no fue designado por su agrupación, la de Triana.El congreso de ayer se desarrolló en un ambiente de cierta tensión. El dolido discurso de José Caballos se escuchó en medio de un espeso silencio. El viaje del presidente del Gobierno y secretario general de los socialistas, Felipe González por aguas portuguesas a bordo del yate Azor no contribuía, por otra parte, a elevar el ánimo de los congresistas. La votación de la nueva ejecutiva ayer elegida, cuyo presidente es Manuel del Valle, y Manuel Fernández el secretario general (hasta ahora secretario regional de la UGT), obtuvo 2.715 votos a favor, 103 en blanco y 226 abstenciones. Aunque el respaldo es el 89,1% del congreso, fue imposible evitar el recuerdo de que la ejecutiva de Caballos obtuvo tan solo hace cinco meses 2.900 votos más.

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