Una deuda de siete millones motivo el desalojo de la clínica La Fe

La clínica La Fe, un centro privado dedicado al cuidado de enfermos crónicos, fue desalojada el viernes a última hora de la tarde porque no paga desde hace dos años el alquiler del edificio de tres plantas que ocupaba, en el número 20 de la calle de Gravina, de Madrid. El importe de la deuda es de siete millones de pesetas. El desalojo de los trabajadores y los 28 enfermos fue ordenado por A juzgado de distrito número 15. Miguel Angel Ruano, el director del centro, que ejercía la medicina sin tener el título, se encuentra en la prisión de Carabanchel desde el pasado 20 de junio acusado de intr...

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La clínica La Fe, un centro privado dedicado al cuidado de enfermos crónicos, fue desalojada el viernes a última hora de la tarde porque no paga desde hace dos años el alquiler del edificio de tres plantas que ocupaba, en el número 20 de la calle de Gravina, de Madrid. El importe de la deuda es de siete millones de pesetas. El desalojo de los trabajadores y los 28 enfermos fue ordenado por A juzgado de distrito número 15. Miguel Angel Ruano, el director del centro, que ejercía la medicina sin tener el título, se encuentra en la prisión de Carabanchel desde el pasado 20 de junio acusado de intrusismo profesional.

Tanto los trabajadores del centro, que llevaban sin percibir sus salarios desde hace tres meses, como los familiares de los 28 enfermos internados estaban el viernes desconcertados. La clínica acoge enfermos de edad avanzada o crónicos que no pueden permanecer en otros centros hospitalarios. La orden de desalojo llegó de improviso. La dirección no pagaba a los empleados ni al propietario del edificio, pero cobraba a los pacientes mensualidades superiores a las 60.000 pesetas.Durante el desalojo de los enfermos se produjeron escenas de consternación y protesta entre los familiares y los trabajadores, que no entendían muy bien lo que pasaba. "Estuve el miércoles con mi madre y nadie me dijo nada. Si me descuido, hoy vengo a verla y ya no la encuentro aquí", exclamaba el hijo de una de las pacientes, que salía de la clínica cargado de bolsas. Un empleado, que residía en el edificio con su esposa y sus dos hijas, se encontró de pronto en la calle. "No sabíamos nada", aseguró; "esta mañana hemos empezado una jornada de trabajo normal hasta que se han presentado los del juzgado. No sé que voy a hacer ahora". Al desconcierto de los propios empleados se unía el de un grupo de auxiliares de clínica que estaban realizando un cursillo y pagaban religiosamente sus cuotas.

Los funcionarios del juzgado, que llegaron al centro acompañados de un forense y otros dos médicos para que reconocieran a todos los pacientes antes de ser enviados a la calle, precisaron que en días pasados se había desalojado también la clínica Fleming, regentada por Miguel Ángel Ruano, el mismo supuesto médico que dirigía La Fe.

Juana Saler, una paciente de 105 años, fue una de las últimas enfermas evacuadas. Con el pelo encanecido y aspecto muy demacrado, la anciana fue traslada en ambulancia hasta otro centro de Villaviciosa de Odón. Dos personas que se encontraban en esta do muy grave no pudieron ser desalojadas y permanecieron bajo cuidados médicos hasta que se consiguió su ingreso en un hospital.

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