Tribuna:

El elefante blanco se alimenta con verdes horas de espera

El precio del poderoso caballero don Dinero continúa siendo el mayor obstáculo a corto plazo para que la bolsa se decida a emprender ese tirón alcista que tantas ganas tiene de protagonizar. Al menos ésa es la sensación de numerosos expertos, aunque no por ello dejen de operar y guardar la ropa. .Los tipos de interés volvieron a registrar ayer una leve subida, con una subasta de préstamos de 250.000 millones de pesetas al 14,5%, frente al 14 3/8% del miércoles, mientras que los pagarés de regulación a 90 días siguen al 14%. Así, los analistas mantienen considerables reservas sobre las actuales...

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El precio del poderoso caballero don Dinero continúa siendo el mayor obstáculo a corto plazo para que la bolsa se decida a emprender ese tirón alcista que tantas ganas tiene de protagonizar. Al menos ésa es la sensación de numerosos expertos, aunque no por ello dejen de operar y guardar la ropa. .Los tipos de interés volvieron a registrar ayer una leve subida, con una subasta de préstamos de 250.000 millones de pesetas al 14,5%, frente al 14 3/8% del miércoles, mientras que los pagarés de regulación a 90 días siguen al 14%. Así, los analistas mantienen considerables reservas sobre las actuales posibilidades de la renta variable frente a la alternativa inversora que presenta el mercado interbancario -donde los depósitos se sitúan al 14,5% y los pagarés al 14,13%- de cara a las instituciones.

Es lógico, en estas circunstancias, que el volumen negociado en acciones disminuya todos los días. Si el lunes se contrataron 1.742,3 millones de pesetas efectivas, el martes fueron 1.474 millones y el miércoles se descendía a 1.228,4 millones. En la sesión de ayer esta cifra puede haber sido incluso menor, al tiempo que se ejecutaban más de 11.000 millones de pesetas en pagarés del Tesoro -la inmensa mayoría a tres meses, con descuento del 12,4%- y más de 5.500 millones en pagarés con pacto de recompra. Esos son los grandes rivales del mercado de acciones.

Pero esa realidad no puede ocultar las intenciones positivas de la bolsa. Justo ayer, en que se hicieron públicas unas previsiones oficiales sobre el incremento del 12% en el índice de precios al consumo para el año próximo, el índice general de la bolsa sólo perdió cuatro centésimas, lo que confirma un cierta detención del goteo a la baja y, lo que a juicio de algunos operadores es más curioso, un cambio en la tradicional oscilación semanal, ya que los jueves y viernes se están convirtiendo en jornadas compradoras, mientras que los lunes y martes tienden a adquirir un carácter más vendedor.

Menos anecdótico es que algunos expertos siguen aconsejando el abandono de la especulación día a día y su sustitución por operaciones a más largo plazo, en torno a cuatro o más jornadas, en vista de las bruscas oscilaciones que registra el mercado bursátil.

En todo caso, parece necesario aguardar a que el nuevo responsable de Economía y Hacienda realice en la próxima semana el proyectado anuncio de las líneas generales de su política. La bolsa espera clarificaciones de ese tipo, y está deseando saberlas. Cualquier dato positivo puede servir para que el mercado se decida a cambiar de rumbo. Por lo menos ya han sido favorables los ecos producidos por la reunión que Carlos Solchaga ha mantenido con los presidentes de los grandes bancos.

Por otra parte, hoy repartieron dividendo Inmobasa y Cartasa, a cuenta del ejercicio 1984 y de 32,80 pesetas netas, en ambos casos. Además han anunciado próximas derramas La Estrella, único de 1984, de 13,10 pesetas netas, el 15 de julio; Inmobiliaria Alcázar, único de 1984, de 300 pesetas líquidas, el 20 de julio, y Saltos del Nansa, a cuenta de 1985, de 82 pesetas netas, el primero de agosto.

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