CATALUÑA

El trabajador que se prendió fuego en Barcelona quería "llamar la atención" sobre su situación

Simproniano Fernández, el trabajador que el pasado miércoles se prendió fuego en una agencia de la Seguridad Social de Barcelona, se despidió de su esposa, al salir de su domicilio, con estas palabras: "Así no puedo continuar; voy a hacer algo gordo para llamar la atención de la Seguridad Social". Poco después de las once de la mañana de ese mismo día, Simpreniano roció su cuerpo con gasolina y se prendió fuego en un intento de suicidarse a lo bonzo en los locales del Instituto Nacional de la Seguridad Social en Barcelona.

Desde hace 22 años ha mantenido varios litigios con la Admin...

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Simproniano Fernández, el trabajador que el pasado miércoles se prendió fuego en una agencia de la Seguridad Social de Barcelona, se despidió de su esposa, al salir de su domicilio, con estas palabras: "Así no puedo continuar; voy a hacer algo gordo para llamar la atención de la Seguridad Social". Poco después de las once de la mañana de ese mismo día, Simpreniano roció su cuerpo con gasolina y se prendió fuego en un intento de suicidarse a lo bonzo en los locales del Instituto Nacional de la Seguridad Social en Barcelona.

Desde hace 22 años ha mantenido varios litigios con la Administracíón para tratar de conseguir una pensión por invalidez permanente, que le ha sido negada en tres ocasiones. La última, dictada por la Magistratura de Trabajo de Barcelona el pasado 1 de abril, le había sido comunicada por su abogado, de Comisiones Obreras, el día anterior.Simproniano Fernández resultó con gravísimas quemaduras en más del 30% de su cuerpo. Permanece en la unidad de Grandes Quemados de la residencia del Valle Hebrón de Barcelona y su estado es calificado por los médicos de "muy grave", sin descartar posibles "complicaciones en la evolución de las heridas que le afectan principalmente a la cabeza y al tórax".

La historia arranca hace 28 años, cuando Simproniano y su esposa, oriundos de Albacete, se instalaron en la localidad de Gavà, donde él encontró empleo en la empresa Roca Radiadores, en la sección de porcelanas. Este trabajo provocó en Simproniano la enfermedad de la silicosis -bastante común en trabajadores de la misma empresa- Los médicos de Roca, después de diagnosticar su enfermedad, propusieron el cambio del puesto de trabajo, a lo que la dirección de la empresa se negó, según afirmaron a este diario sus familiares. Esto ocurría en 1963. El matrimonio ya tenía entonces sus ocho hijos. Simproniano perdió su empleo y agotó el período de prestación de baja médica, en diciembre de 1966.

Dos años de cárcel

Cuando le fue denegada la primera solicitud de la pensión de invalidez permanente, Simproniano provocó un altercado en la dirección provincial del INSS, por lo que fue acusado de "atentado" y condenado a varios años de prisión, de los que cumplió sólo dos, gracias a la amnistía de 1977. Insistió ante la Administración para conseguir la pensión de invalidez permanente, a la que creía tener derecho. Le volvió a ser denegada por la Magistratura de Trabajo y recurrió la sentencia ante el Tribunal Central de Trabajo, que rechazó su reclamación.Lo intentó de nuevo en 1982, a través del Régimen General de la Seguridad Social. Tampoco tuvo éxito, pero no recurrió el fallo. Volvió a insistir el 11 de marzo de 1983, esta vez a través del desaparecido Seguro Obligatorio de Vejez e Invalidez (SOVI). En diciembre de ese año el INSS denegó la petición; el recurso fue fallado favorablemente para el INSS el pasado 1 de abril por la Magistratura de Trabajo, debido a que los dictámenes médicos calificaban la enfermedad de Simproniano como "broncopatía crónica moderada", calificación considerada insuficiente para conseguir la invalidez permanente. Simproniano "ya no podía resistir más", explicó, ayer, su esposa a este diario. "Sólo es capaz de entender esta situación el que la vive. Este agobio no se puede explicar", añadió.

Simproniano no percibía ningún salario ni subsidio desde hace más de 17 años. "Cuando llegamos a Barcelona teníamos tres hijos. Los otros cinco han nacido en Cataluña", afirma su esposa. "Lo único que cobraba era la miseria de los puntos de los hijos, y desde hace ya varios años ni eso".

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