Reportaje:

Pedro Lizaur Otero

Un experto en financiación, en la Dirección General de Minas

Ha llegado, se puede decir, como un paracaidista, de lejos y sin avisar. Es ingeniero de minas, pero su fuerte son los estudios de viabilidad y la financiación de proyectos industriales. Eso sí, relacionados con la industria minera y el petróleo. "En dos semanas he tenido que cerrar 12 años en el extranjero", afirma Pedro Lizaur, de 37 años, residente hasta hace unos días en San Francisco (California) y que ha sido nombrado nuevo director general de Minas por el ministro de Industria y Energía, Carlos Solchaga.

En su despacho de la plaza de Cuzco, este madrileño, de origen gaditano,...

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Ha llegado, se puede decir, como un paracaidista, de lejos y sin avisar. Es ingeniero de minas, pero su fuerte son los estudios de viabilidad y la financiación de proyectos industriales. Eso sí, relacionados con la industria minera y el petróleo. "En dos semanas he tenido que cerrar 12 años en el extranjero", afirma Pedro Lizaur, de 37 años, residente hasta hace unos días en San Francisco (California) y que ha sido nombrado nuevo director general de Minas por el ministro de Industria y Energía, Carlos Solchaga.

En su despacho de la plaza de Cuzco, este madrileño, de origen gaditano, pese al entronque vasco de su primer apellido, mira su mesa llena de papeles y no se asusta ni un ápice del trabajo ni la responsabilidad que le ha caído encima. Reconoce que su estancia en el extranjero puede haberle alejado de los problemas que tiene planteados el sector ahora bajo su responsabilidad. Pero, al mismo tiempo, aduce que su principal bagaje es la experiencia profesional acumulada después de 12 años en entidades y organismos internacionales.Procedente de una familia de ingenieros de minas -su padre lo es, como dos de sus hermanos,- Pedro Lizaur se ha formado, personal y profesionalmente, en Estados Unidos. Acumula dos master por la universidad de Stanford, uno en exploración minera y otro en gestión empresarial. California fue su banco de formación y su último lugar de residencia. Desde 1981, el actual director general de Minas ha pertenecido y dirigido el grupo de financiación especializada del Crocker National Bank, la décima entidad bancaria de Estados Unidos.

"En el Crocker, mi trabajo consistía en el análisis de la viabilidad de proyectos básicos relacionados con la investigación minera y con el petróleo. El grupo al que pertenecía era básicamente una consultora. Es decir, se nos contrataba por las empresas y desde entonces estábamos a su servicio, incluso para defender sus intereses en las operaciones financieras con el banco", comenta.

A esta entidad llegó procedente del Banco Mundial, y fue en este organismo de cooperación financiera multilateral donde se especializó en el análisis y estudio de viabilidad de proyectos mineros. Como experto de este organismo, con sede en Washington, estudió y analizó la viabilidad y la financiación de empresas y proyectos mineros en Tailandia, Arabia Saudí, Filipinas y numerosos países del mundo en desarrollo.

La experiencia acumulada en estos proyectos ha sido su principal activo en el proceso de su nombramiento. "Soy un técnico, y ni siquiera conocía a Carlos Solchaga ni a Martín Gállego (su jefe directo, como secretario general de la Energía) cuando me llamaron". "Tuve contactos con ellos", añade, "a través de personas intermedias y la oferta de mi nombramiento fue una total sorpresa para mí, que acepté porque es un reto personal cuando te planteas servir a tu país".

"Mi labor principal va a consistir en la racionalización del sector. Hay, evidentemente, muchos problemas por resolver, y mi deseo es dotar a esta actividad de la eficacia que necesita, ya que está muy anquilosada, quizá por la predomináncia del sector público. La minería da mucho empleo en España, y comprendo que no se puede pasar a una economía libre de mercado de manera brusca sin que esto lleve implícitos costes sociales elevadísimos. Pero en un tiempo razonable hay que modernizarla, y más ahora, cuando nos integramos en una competencia abierta como la de la Comunidad Económica Europea".

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