Israel mantiene la incógnita sobre el alcance de su retirada del sur de Líbano

Israel mantenía anoche la incógnita sobre el alcance de su retirada del sur de Líbano, cuya tercera y última fase estaba anunciada para la noche del jueves al viernes, pero que no concluirá hasta dentro de una o dos semanas. Un cierto número de consejeros militares permanecerá, sin embargo, en un cinturón de seguridad dentro de territorio libanés.

En el último momento, el fin de la ocupación de Líbano ha sido retrasado una semana, a causa de la progresiva desintegración del Ejército del Sur de Líbano (ELS) que dirige el general cristiano Antoine Lahad, según informa desde Tel Aviv ...

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Israel mantenía anoche la incógnita sobre el alcance de su retirada del sur de Líbano, cuya tercera y última fase estaba anunciada para la noche del jueves al viernes, pero que no concluirá hasta dentro de una o dos semanas. Un cierto número de consejeros militares permanecerá, sin embargo, en un cinturón de seguridad dentro de territorio libanés.

En el último momento, el fin de la ocupación de Líbano ha sido retrasado una semana, a causa de la progresiva desintegración del Ejército del Sur de Líbano (ELS) que dirige el general cristiano Antoine Lahad, según informa desde Tel Aviv Víctor Cygielman, que visitó ayer Rosh-Haníkra, en la frontera israelo-libanesa.Fuentes allegadas a la Fuerza de Interposición de las Naciones Unidas en Líbano (FINUL) señalaron que desde finales de abril el repliegue israelí de los casi 900 kilómetros cuadrados bajo su dominio era muy gradual, por lo que no observaron anteayer ningún movimiento especial de tropas, con mayor razón cuando al menos unos 500 militares del Tsahal (Ejército israelí) permanecen en la ex zona de ocupación para asesorar al ELS, según informa Ignacio Cembrero desde Beirut.

El ministro israelí de Defensa, Isaac Rabin, creó a principios de semana una gran confusión al contradecir a su jefe de Gobierno, Simón Perei, dando a entender que la evacuación de Líbano no estaría acabada el pasado jueves, tercer aniversario del inicio de la invasión; y cuando finalmente quedó prácticamente terminada, en la fecha inicialmente prevista, ningún comunicado oficial la anunció y ni siquiera la Prensa fue autorizada a asistir a su desarrollo.

La decisión israelí de retrasar una semana, tal vez dos, el final de la retirada parece incomprensible. Si tras meses y meses de entrenamiento intensivo los soldados del ELS, por lo demás muy bien equípados, no están seguros, cabe preguntarse si lo estarán dentro de una o dos semanas. La explicación lógica a este último aplazamiento parece estar en los esfuerzos emprendidos por emisarios de Rabin para llegar a un acuerdo tácito con los shiíes de Amal. El ministro israelí de Defensa busca todavía una alianza con Nabih Berri, ministro de Estado libanés y jefe de Amal, que pueda garantizar la tranquilidad al sur de Líbano y la seguridad de la frontera israelí. Si se materializara ese acuerdo, Rabin abandonaría a su suerte al general Lahad y a su ejército.

Otras fuentes aseguran que mediante estas ambigüedades Israel espera disuadir a los shiíes de Amal, que controlan ya gran parte de Líbano meridional, de atacar a sus aliados del ELS. Aunque se ha mostrado dispuesto a impedir en el sur infiltraciones guerrilleras palestinas dirigidas contra Israel, Berri ha proclamado su intención de recuperar paulatinamente esa tira de 120 kilómetros de largo y ocho de ancho que desde el Mediterráneo hasta el monte Hermón está en manos del ELS.

Las actuaciones brutales -muy al estilo libanés- de los milicianos de Lahad, que acaban de secuestrar a 24 soldados finlandeses de la FINUL, pueden estar también en el origen del retraso provisional de la evacuación.

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