El establecimiento de la Società Italiana del Vetro provoca diferencias entre la Generalitat valenciana e Industria

Las importantes discrepancias surgidas en los últimos tiempos entre la Generalitat valenciana y la Administración central en torno a la creación de nuevos empleos en la comarca del Camp de Morvedre, de la que es capital Sagunto, parece que se manifestarán hoy, durante la reunión que celebrará en Madrid la Comisión de Promoción Económica de Sagunto, de la que son copresidentes el conseller de Industria de la Generalitat valenciana, Segundo Bru, y el secretario general técnico del Ministerio de Industria, Fernando Maravall.

La manzana de la discordia parece que está en el establecimiento ...

Las importantes discrepancias surgidas en los últimos tiempos entre la Generalitat valenciana y la Administración central en torno a la creación de nuevos empleos en la comarca del Camp de Morvedre, de la que es capital Sagunto, parece que se manifestarán hoy, durante la reunión que celebrará en Madrid la Comisión de Promoción Económica de Sagunto, de la que son copresidentes el conseller de Industria de la Generalitat valenciana, Segundo Bru, y el secretario general técnico del Ministerio de Industria, Fernando Maravall.

La manzana de la discordia parece que está en el establecimiento o no de la Società Italiana del Vetro (SIV), empresa estatal italiana que utiliza tecnología punta en el sector. Recientemente (véase EL PAIS del 18 de mayo de 1985) el presidente de la Generalitat valenciana, Joan Lerma, y el ministro de Industria y Energía, Carlos Solchaga, exteriorizaron sus diferencias respecto de este asunto.Mientras que Lerma es partidario de que se instale en Sagunto, como la SIV ha solicitado formalmente al amparo de las ayudas previstas, el ministro piensa que podría ir a otro lugar de España o, incluso, no venir a nuestro país, debido a la fuerte competencia que plantearía al sector nacional de fabricación de vidrio. Pese a que en Valencia había ayer un férreo silencio oficial al respecto, parece que algunos sectores del Gobierno autónomo están a favor de conceder de forma unilateral las subvenciones oportunas con tal de que la SIV se instale en Sagunto, como es su deseo.

Fuentes oficiosas del Ejecutivo autónomo señalan que el Gobierno central carece en estos momentos de resortes legales para impedir que la empresa italiana se instale en España, especialmente después de las medidas de liberalización de las inversiones extranjeras dictadas por el Ministerio de Economía y Hacienda, Miguel Boyer. Las mismas fuentes indicaron que parece poco coherente que mientras Solchaga declaró el pasado 17 de mayo en Valencia que "Sagunto es un problema afortunadamente resuelto", se haya mostrado con posterioridad partidario de prorrogar el plazo de solicitud de las subvenciones a las empresas que deseen instalarse en la comarca y que inicialmente está previsto que caduque el 30 de junio próximo.

1.241 puestos de trabajo

El Consejo de Ministros ha aprobado 45 proyectos de empresas al amparo de las condiciones. especiales para creación de empleo en el Camp de Morvedre en función del cierre de las instalaciones de cabecera de la factoría siderúrgica de Altos Hornos del Mediterráneo (AHM). Si se descuentan los nueve proyectos que han renunciado expresamente, ello supone un total de 1.241 puestos de trabajo, de los que 525 serán ocupados por personas procedentes del Fondo de Promoción de Empleo para los trabajadores excedentes por reconversión en Altos Hornos del Mediterráneo.

Sin embargo, si se incluyen los 11 nuevos proyectos (177 puestos de trabajo) que está previsto aprobar en la reunión de hoy, queda todavía un total de 372 personas del Fondo de Promoción de Empleo pendientes de colocación, de los que algo más del 50% (de acuerdo con la media observada hasta el momento) podrían salir del Fondo.

Para la Generalitat valenciana es por ello vital que se instale la SIV en Sagunto. Supondría una inversión de 5.500 millones de pesetas -1.600 millones procedentes de subvención- y crearía 432 puestos de trabajo, de los que 200 podrían corresponder a personas procedentes del fondo. Con ello el problema estaría casi resuelto. Sólo el establecimiento de algunas pocas empresas más solucionaría definitivamente el paro provocado por la reconversión en Sagunto.