Múltiples conexiones entre diversos implicados

La inmensa mayoría de entidades alcanzadas por querellas criminales se movía prácticamente en los mismos medios. Sus personajes constituían un mundillo financiero característico en el que abundaban las relaciones personales y los negocios.En 1978, Juan Palomeras, ex presidente del Banco de Navarra, manifestó que había sido una víctima del franquismo cuando tuvo que vender su primer fondo de inversión, Fondiberia, con el que había captado unos 70 millones de pesetas entre ahorradores modestos. De improviso apareció una disposición legal que exigió un mínimo de 200 millones de pesetas para este ...

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La inmensa mayoría de entidades alcanzadas por querellas criminales se movía prácticamente en los mismos medios. Sus personajes constituían un mundillo financiero característico en el que abundaban las relaciones personales y los negocios.En 1978, Juan Palomeras, ex presidente del Banco de Navarra, manifestó que había sido una víctima del franquismo cuando tuvo que vender su primer fondo de inversión, Fondiberia, con el que había captado unos 70 millones de pesetas entre ahorradores modestos. De improviso apareció una disposición legal que exigió un mínimo de 200 millones de pesetas para este tipo de entidades y Juan Palomeras tuvo las horas contadas para vender la entidad, que fue adquirida por Banca. Catalana.

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Pasado el susto, Palomeras constituyó una financiera utilizando el apoyo legal de la productora de películas Motion Pictures Incorporated (MPI). El grupo MPI, ya propietario del Navarra, consiguió una participación importante en el Cantábrico y otra más reducida en el Valladolid, que finalmente pasó a manos de Rumasa.

En 1975, varios consejeros del Banco, de Descuento acordaron la venta de sus participaciones a Rumasa. La operación no se llegó a consumar al desatarse un litigio entre las partes que acabó con una querella de Rumasa contras los consejeros.

Directivos del Descuento lograron mayor lucro con Sofico, al conseguir un beneficio extra de 1.700 millones de pesetas en la compra a aquella sociedad de siete parcelas, en Marbella mediante una de sus participadas, Castellana 113.

Aunque Rumasa prefería comprar, a mediados de la década de los setenta vendió a Gregorio de Diego., presidente del Occidental, el Banco de Córdoba, quien le cambió el nombre por el de Banco Comercial Occidental.

Sin embargo, la historia fuerte del Occidental fue su asociación con el Banco Ambrosiano. Su presidente, Roberto Calvi, llegó a ocupar un sillón en el consejo del Occidental, antes de aparecer colgado en el puente de los Frailes Negros, en Londres.

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