Reportaje:

El juez declara secreto el sumario del 'caso Urquijo'

El juez Luis Román Puerta declaró secreto hace dos días el sumario abierto sobre el caso Urquijo, a petición del fiscal José Zarzalejos. El secreto, decretado por el juez para un plazo de 30 días, afecta a todas las partes personadas en el caso, pero no al fiscal (que sí podrá ver el sumario y asistir a las deciaraciones); es decir, a los defensores de los procesados Javier Anastasio y Mauricio López Roberts; al ahogado del único condenado por el doble asesinato, Rafael Escobedo, y a los acusadores particulares, representantes de Juan y Miriam de la Sierra, hijos de los marqueses asesinados. A...

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El juez Luis Román Puerta declaró secreto hace dos días el sumario abierto sobre el caso Urquijo, a petición del fiscal José Zarzalejos. El secreto, decretado por el juez para un plazo de 30 días, afecta a todas las partes personadas en el caso, pero no al fiscal (que sí podrá ver el sumario y asistir a las deciaraciones); es decir, a los defensores de los procesados Javier Anastasio y Mauricio López Roberts; al ahogado del único condenado por el doble asesinato, Rafael Escobedo, y a los acusadores particulares, representantes de Juan y Miriam de la Sierra, hijos de los marqueses asesinados. Además, el juez ha ordenado la intervención de varias páginas originales del libro que sobre el caso han escrito Mauricio López Roberts y Jimmy Giménez-Arnau.

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Las razones por las que el fiscal ha pedido al juez la declaración de secreto para las partes se centran en que, al parecer, existen nuevos indicios de la participación de varías personas en el doble crimen, alguna de las cuales se encuentra personada en la causa.La decisión judicial tiene relación con unas declaraciones que López Roberts, marqués de Torrehermosa, hizo a tres periodistas: Carlos Aguilera y Ángel Colodro, ambos de El Caso, y Jesús Duva, de Ya. Los tres declararon ante la policía y, posteriormente, confirmaron la version ante el juez.

Según lo que López Roberts contó a los tres periodistas, el día en que fue detenido Escobedo él había prestado decláracíón durante varias horas ante el policía Cayetano Cordero, que en aquellas. fechas estaba encargado del caso. La declaración se plasmó en un escrito de nueve fallos donde se, hacían gravísimas acusaciones, contra varias personas, entre las que figuraba principalmente Juan de la Sierra. Sin embargo, una vez concluida la declaración, según esta versión, el inspector Cordero y López Roberts salieron de la Dirección General de Seguridad hasta un bar próximo, donde el policía rompió en varios pedazos la declaración y los arrojó al suelo, al tiempo que le decía que aquello no servía para nada. López Roberts le hizo ver que no podía dejar abandonados los pedazos de la declaración en el suelo y los recogió, para guardarlos en primer lugar y recomponerlos luego con papel adhesivo.

Viajes nocturnos

En los citados nueve folios, López Roberts declaraba, al parecer, que Escobedo y Anastasio le habían contado que durante la madrugada del 1 de agosto de 1980, fecha en que se cometió el crimen de los Urquijo en el chalé de Somosaguas, fueron siete personas en tres coches las que acudieron al domicilio de los marqueses. En la camioneta de Anastasio, siempre según la versión citada, fueron presuntamente al chalé el propio Anastasio, como conductor, y, como ocupantes, Rafael Escobedo, su padre, Miguel Escobedo, y José Juan Hernández Valverde, amigo del grupo y que es conocido como El Sastre. En un segundo coche llegó, al parecer, el administrador, Diego Martínez Herrera; y en el tercero, Miriam de la Sierra y Jose Ramón Horta Salas, otro amigo del grupo.López Roberts niega ahora ante el juez haber realizado estas manifestaciones a los periodistas, y matiza que si las hizo fue en estado de embriaguez. Los tres periodistas sostienen que López Roberts les ha hablado del documento en varias ocasiones, pero que no han llegado a verlo, que siempre les ha dado largas y excusas y que unas veces afirma que lo tiene él y otras su abogado.

Sobre este aspecto, Carlos Aguilera, redactor jefe de El Caso, sostuvo un careo con López Roberts y cada uno mantuvo su postura inicial. Los otros dos periodistas no se carearon con él por no considerarlo necesario el magistrado. Únicamente ratificaron ante el juez la declaración que habían realizado anteriormente ante el inspector José Romero, que es el que en la actualidad se encarga del; caso.

Por otra parte, el juez ordenó la incautación de los originales del libro Las malas compañías, escrito po rLópez Roberts y Jimmy Jiménez-Arnau, por presumir que en ellos pudiera haber pruebas inculpatorias para algunas personas no procesadas. Al parecer, el juez se interesaba por los folios 208 y 209 del libro, en los que se relataba cómo el inspector Cordero había roto la declaración de López Roberts. Las pruebas inculpatorias no han sido publicadas, al parecer por consejo del defensor de López Roberts, Marcial Fernández Montes. Sin embargo, el documento de nueve folios que se afirma rompió Cordero no se encuentra en los originales, y, de existir, cabe la posibilidad de que alguien haya ocultado pruebas a la justicia.

El abogado de Anastasio, Antonio García Pablos, ha asegurado que pedirá el procesamiento del administrador de los Urquijo, Diego Martínez Herrera, por considerar que está complicado en el caso.

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