PRENSA

La sociedad de redactores de 'Le Monde' acepta la entrada de nuevos accionistas

La sociedad de redactores de Le Monde aprobó ayer -con el 61,2% de los votos a favor, el 10,1% en contra y 15% de abstenciones- uno de los principales puntos del plan Fontaine para sanear económicamente la empresa: la entrada de nuevos accionistas que aporten 35 millones de francos (unos 700 millones de pesetas), es decir, el 25% del capital. Es la primera vez que el diario parisiense recurre a capital exterior.

Las dificultades financieras de Le Monde, que sobre un volumen de negocios de 756 millones de francos registró el año pasado un déficit de 22 millones, lo que colocó su d...

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La sociedad de redactores de Le Monde aprobó ayer -con el 61,2% de los votos a favor, el 10,1% en contra y 15% de abstenciones- uno de los principales puntos del plan Fontaine para sanear económicamente la empresa: la entrada de nuevos accionistas que aporten 35 millones de francos (unos 700 millones de pesetas), es decir, el 25% del capital. Es la primera vez que el diario parisiense recurre a capital exterior.

Las dificultades financieras de Le Monde, que sobre un volumen de negocios de 756 millones de francos registró el año pasado un déficit de 22 millones, lo que colocó su deuda acumulada en cerca de 90 millones, provocaron la dimisión del anterior director, André Laurens. La sociedad de redactores ejerció en aquella ocasión su derecho a rechazar el plan que se le proponía y confió a André Fontaine la tarea de dirigir el diario y preparar un nuevo programa de saneamiento.El nuevo director tomó inmediatamente tres decisiones: aumentar el precio del diario de 4,20 a 4,50 francos, incrementar las tarifas de publicidad en un 12% y negociar con los sindicatos la supresión de 220 puestos de trabajo, sobre una nómina total de 1.300 personas.

Fontaine decidió también modificar la escala salarial de los redactores, a fin de disminuir la masa salarial del periódico en un 10%. A lo largo del último mes, todos los periodistas de Le Monde han recibido un nuevo contrato: en algunos casos la disminución del salario llegaba hasta 3.000 francos sobre 30.000, mientras que en otros se producían aumentos. Un pequeño grupo de redactores (hasta el momento, media docena) decidió no aceptar los contratos y abandonar Le Monde, pero la inmensa mayoría consideró razonable el sacrificio.

Dos grandes decisiones

Estas medidas deben complementarse con otras dos grandes decisiones: vender los inmuebles de Le Monde, en la calle de los Italianos y en la calle de Helder, y buscar capital exterior. El plan prevé obtener por la venta de los edificios entre 80 millones y 100 millones de francos, y lograr un acuerdo con los nuevos compradores a fin de que los diferentes servicios del periódico se mantengan en los actuales locales, mediante pago de un alquiler, durante tres años, aproximadamente, a fin de tener tiempo para reagrupar todas las imprentas en un único punto.La propuesta más conflictiva y novedosa era, sin embargo, el llamamiento a nuevos accionistas, única posibilidad, según André Fontaine, de rehacer el capital de la empresa. El plan aprobado ayer por la sociedad de redactores supone aumentar las partes de 1.000 a 1.300, de forma que el nuevo capital suponga el 25%. del total. La sociedad de redactores pasará de poseer un 40%. a un 30%, pero conservará su capacidad de veto o bloqueo, que se considera como una de las garantías de la independencia del diario.

Fontaine prevé hacer un llamamiento a los lectores de Le Monde para que proporcionen esos 35 millones de francos que hacen falta para equilibrar las cuentas. Sin embargo, es difícil evaluar los resultados del llamamiento y no se excluye el recurso a inversores institucionales e inversores privados, "conocidos por su adhesión a los valores que defiende el diario", según el director.

Un grupo de redactores, minoritario, se pronunció en contra de esta solución, por considerar que eran posibles otras salidas sin recurrir al capital exterior y, sobre todo, porque no se ha establecido con claridad quiénes podrán ser, los inversores institucionales ni quiénes los privados. Este grupo estima que una de las principales causas de la crisis financiera de Le Monde es la pérdida de lectores (estabilizada en los últimos meses) y que cualquier proyecto de saneamiento económico exige también una profunda reflexión sobre el contenido del diario, reflexión que no se ha llevado a cabo.

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