El Rey recibe del Ayuntamiento de Belgrado una placa de oro por su lucha en favor de la paz

El Rey recibió en la mañana de ayer en el Ayuntamiento de Belgrado la placa de oro que esta ciudad otorga a los visitantes ilustres que se han distinguido por su lucha en favor de la paz y la amistad entre los pueblos. En su mensaje de agradecimiento, don Juan Carlos evocó las similitudes entre la capital de Yugoslavia y las numerosas ciudades españolas que, como Belgrado, fueron durante mucho tiempo fronteras con el mundo islámico. Entre las autoridades yugoslavas que escuchaban se encontraba el ministro de Asuntos Exteriores de este país, que, por cierto, es musulmán, natural de la regió...

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El Rey recibió en la mañana de ayer en el Ayuntamiento de Belgrado la placa de oro que esta ciudad otorga a los visitantes ilustres que se han distinguido por su lucha en favor de la paz y la amistad entre los pueblos. En su mensaje de agradecimiento, don Juan Carlos evocó las similitudes entre la capital de Yugoslavia y las numerosas ciudades españolas que, como Belgrado, fueron durante mucho tiempo fronteras con el mundo islámico. Entre las autoridades yugoslavas que escuchaban se encontraba el ministro de Asuntos Exteriores de este país, que, por cierto, es musulmán, natural de la región de Bucovina.Antes de visitar el Ayuntamiento, don Juan Carlos había plantado un árbol -concretamente, un plátano- en el parque de la Amistad, fundado cuando en 1961 se celebró en Belgrado la conferencia de los Países no Alineados. Allí, don Juan Carlos advirtió que no había que regar demasiado, porque el árbol podía no prosperar y ante la cara de curiosidad por su seguridad comojardinero que ponían los jóvenes ecologistas de la Asociación de Montañeros, introductores del acto, explicó que "en la casa donde vivo desde hace 22 años", esto es, La Zarzuela, había plantado más de 500 árboles.

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La jornada de la mañana se completó con una visita a la sede del Parlamento federal yugoslavo y con una recepción en la residencia del embajador español a la colonia española en este país, la mayor parte de ella compuesta por españolas que se casaron en la emigración europea con ciudadanos yugoslavos y que después se establecieron en este país.

Como en Rumanía, donde los Reyes conversaron con los últimos periodistas de Radio Pirenaica, don Juan Carlos se encontró aquí con recuerdos de la pasada historia de España, ya que en Belgrado reside todavía Joaquina Oska, viuda de Valentín Rodríguez, último representante en Yugoslavia de la República española en el exilio, a la que los yugoslavos reconocieron como legítimo Gobierno español hasta 1977, cuando ya sólo México les acompañaba en esta actitud.

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