Los bancos y cajas de ahorro podrán cumplir sin problemas el nuevo coeficiente de garantía

Las entidades de depósito, bancos y cajas de ahorro, cumplen en la actualidd sin demasiados problemas los mínimos que podrían exigírseles en cuanto a volumen de recursos propios, capital y reservas, según los últimos baremos que se están tomando en consideración de cara a reglamentar el nuevo coeficiente de garantía, aprobado recientemente por el Parlamento, según señaló Raimundo Poveda, funcionario del Banco de España, en su intervención en las duodécimas jornadas de mercado monetario organizadas por Intermoney.El hecho de que los actuales niveles de recursos propios sean suficientes, si no s...

Las entidades de depósito, bancos y cajas de ahorro, cumplen en la actualidd sin demasiados problemas los mínimos que podrían exigírseles en cuanto a volumen de recursos propios, capital y reservas, según los últimos baremos que se están tomando en consideración de cara a reglamentar el nuevo coeficiente de garantía, aprobado recientemente por el Parlamento, según señaló Raimundo Poveda, funcionario del Banco de España, en su intervención en las duodécimas jornadas de mercado monetario organizadas por Intermoney.El hecho de que los actuales niveles de recursos propios sean suficientes, si no se modifican los criterios que padecen predominar, no significa que no se vayan a producir problemas de cierta importancia en un futuro próximo. Raimundo Poveda señaló que "para la gran mayoría de grupos o entidades no supondrá una constricción inmediata, pero sí un condicionamiento de su futura evolución, en la que el mantenimiento de un nivel adecuado de recursos propios eficaces no será un aspecto que pueda ser olvidado".

Arturo de la Lama, del Banco de Bilbao, mantuvo la misma posición sobre el impacto que la entrada en vigor del nuevo coeficiente provocaría sobre bancos y cajas de ahorros de forma inmediata. Pero mantuvo serias dudas sobre las implicaciones futuras. Según este análisis, aunque el nuevo coeficiente puede ser neutral en el momento de su aplicación, a partir de entonces todo incremento del activo de las instituciones deberá ir acompañado de un crecimiento paralelo de los recursos propios que permitan la expansión.

Manuel Lagares, miembro de la Confederación Española de Cajas de Ahorros, señaló que estas instituciones no tendrán problemas en conjunto para cumplir el nuevo coeficiente, pero que a medio plazo se les pueden plantear en la medida en la que ellas sólo tienen dos caminos para ampliar su base de recursos propios: el aumento de las reservas, con detrimento de los fondos destinados a la obra benéfico-social, o la emisión de deuda subordinada.

Recursos y cifra de negocio

El nuevo coeficiente, que viene a sustituir al actualmente en vigor, establece una relación mínima entre el volumen de recursos propios (capital, reservas y deuda subordinada) y la cifra de negocios que podrán hacer esas instituciones.De esta forma, y mientras la Administración central no decida modificar los términos del reglamento a que ha llegado el Banco de España después de conversaciones con las instituciones financieras, los activos de nulo riesgo tendrán que cubrir un coeficiente del 0,25% entrando dentro de este epígrafe el efectivo, los activos públicos, los créditos a empresas públicas o con garantía del Estado y los depósitos en el Banco de España. Otro tipo de riesgos como los asegurados por CESCE, el dinero colocado en el interbancario o los créditos a países de primera fila, tendrán un coeficiente del 1%. Las operaciones de riesgo ordinario, los créditos, los valores de renta fija y algunos avales, tendrán un coeficiente del 6%. Algunos activos con un riesgo menor, como son los créditos hipotecarios, cubrirán un coeficiente de recursos propios del 3%. Las acciones y participaciones empresariales elevan la exigencia de recursos propios hasta el 12% y el inmovilizado y las participaciones bancarias hasta el 25%. El riesgo de activos ficticios debe estar cubierto al cien por cien por capitales propios.

En cualquier caso el coeficiente mínimo que deberán cubrir las instituciones financieras, equivale al 4% del total del balance.