Reportaje:

El negocio continúa en el corazón de las masas

La aparición de las revistas urbanas no ha signíficado ningún cambio sustancial en el mundo de las revistas convencionales españolas, que, como se ha subrayado repetidamente, es un mundo muy especial. "Todo marcha bien", dicen los empresarios de estas publicaciones. A pesar de que han disminuido las ventas, en el último año, sin embargo, ha aumentado la publicidad. Más de 26.000 millones de pesetas ha canalizado el mercado publicitario a través de estas publicaciones. Y las primeras en difusión y en ingresos por publicidad continúan siendo las revistas del corazón.Sin tratar de romper e...

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La aparición de las revistas urbanas no ha signíficado ningún cambio sustancial en el mundo de las revistas convencionales españolas, que, como se ha subrayado repetidamente, es un mundo muy especial. "Todo marcha bien", dicen los empresarios de estas publicaciones. A pesar de que han disminuido las ventas, en el último año, sin embargo, ha aumentado la publicidad. Más de 26.000 millones de pesetas ha canalizado el mercado publicitario a través de estas publicaciones. Y las primeras en difusión y en ingresos por publicidad continúan siendo las revistas del corazón.Sin tratar de romper este contexto de convencionalidad, pero con nuevas intenciones -incluso la de superar la marginalidad-, han aparecido en los últimos meses las revistas Primera Línea, editada por el grupo Zeta, y Europa Viva, de cuya edición se ha responsabilizado el grupo El Víbora. Ambas pretenden llegar, aunque de manera bastante diferenciada, con temas del ahora llamado posmodernismo, a un público joven nacido durante los años sesenta.

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Curiosamente, las grandes del corazón (entre las que se pueden citar Pronto, ¡Hola!, Diez Minutos, Semana, Garbo y La Revista) penetran también en el medio urbano -con tiradas que superan los 300.000 ejemplares, sin sobrepasar sensiblemente el medio millón- y en ciudades pequeñas (que tienen entre 50.000 y 200.000 habitantes) o en grandes barriadas de absorción de macrociudades, como Madrid o Barcelona. Aprovechan estas revistas como caldo de cultivo una audiencia generalmente femenina, entre 25 y 34 años, casada, de profesión ama de casa y con un adecuado nivel adquisitivo.

A una cierta distancia de aceptación por el público lector español se colocan las llamadas revistas de información general. Publicaciones como Interviú, Cambio 16 y Tiempo continúan una línea que asciende ligeramente (entre los 390.000 ejemplares de la primera y los 112.000 de la última, según cifras de la Oficina de Justificación de la Difusión de 1984). Ninguna de ellas desempeña, sin embargo, el papel de revistas como Newsweek, Time, Der Spiegel, Stern, Paris Match o Le Nouvel Observateur.

En un tercer bloque de difusión nada despreciable (entre 50.000 y 100.000 ejemplares) se sitúan revistas familiares del tipo de Greca, Ser Padres, Labores del Hogar, Dunia, Telva, Nuevo Estilo, Ama o Guía Cocina. Tras éstas vienen todas las demás, hasta más de 500, entre las que destacan las de carácter médico y técnicas.

Los logros, y también los problemas de estas revistas -incluidas las internacionales de similares características-, serán explicados con detenimiento en el 25 º Congreso de la Federación Internacional de Prensa Periódica (FIPP), que se celebra en Madrid los próximos días 22, 23 y 24 de este mes, y que reunirá a editores españoles y extranjeros de grandes revistas mundiales para estudiar el tema Nuevas fórmulas de rentabilidad en un mercado en evolución.

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