Milicianos drusos irrumpen en la Embajada española en Beirut

, La capital libanesa conoció en la noche del lunes al martes su peor duelo de artillería desde hace casi un año, con un resultado provisional de 28 muertos y un centenar de heridos. Horas antes, una patrulla de la milicia drusa hizo irrupción en la Embajada de España. Unos 2.500 proyectiles de artillería cayeron sobre el sector cristiano de Beirut y otros 600 sobre los barrios musulmanes a lo largo de la noche.

Desde que hace 10 días se recrudeció la tensión a lo largo de la línea de demarcación que separa la zona cristiana de Beirut de la musulmana han muerto 62 personas, mientras ot...

, La capital libanesa conoció en la noche del lunes al martes su peor duelo de artillería desde hace casi un año, con un resultado provisional de 28 muertos y un centenar de heridos. Horas antes, una patrulla de la milicia drusa hizo irrupción en la Embajada de España. Unos 2.500 proyectiles de artillería cayeron sobre el sector cristiano de Beirut y otros 600 sobre los barrios musulmanes a lo largo de la noche.

Desde que hace 10 días se recrudeció la tensión a lo largo de la línea de demarcación que separa la zona cristiana de Beirut de la musulmana han muerto 62 personas, mientras otras 350 han resultado heridas, la mayoría civiles asentados en barrios residenciales cercanos al frente.En medio del caos, una patrulla del Partido Socialista Progresista (PSP), la fracción armada acaudillada por el líder druso Walid Jumblatt, entró el lunes a mediodía en la cancillería española, guiada por el atemorizado portero del edificio, situado al final del paseo marítimo de Ramlet el Baida, para "echar un vistazo" al aparato emisor-receptor de radio recientemente instalado y que, al parecer, interfería con el sistema de comunicación de la milicia drusa.

Precedidos por el conserje libanés, y sin dar explicaciones sobre el motivo de su visita, los tres jóvenes milicianos, armados con fusiles de asalto soviéticos Kalashnikov, se dirigieron hasta la habitación donde está instalada la radio de VHF -que conecta entre sí la cancillería, la residencia y los automóviles de los diplomáticos y de algunos empleados-, que empezaron a manipular.

Advertido de su presencia, el primer secretario, Juan Manuel Molina -el jefe de misión, Pedro Manuel de Arístegui y Petit, no había logrado llegar hasta la embajada-, salió de su despacho y les rogó que se marchasen, lo que hicieron inmediatamente, pero sin dar explicaciones sobre su comportamiento.

Informado del incidente, Arístegui, cuya residencia está situada en el barrio cristiano de Hadat y que algunos días no ha podido desplazarse a la cancillería, ubicada en sector musulmán, a causa del cierre de los cruces entre ambos sectores, llamó inmediatamente a Gafsi Aridi, director de la emisora de radio del PSP La Voz de la Montaña, para quejarse por lo sucedido, y tiene además una conversación pendiente con Jumblat. Aridi se deshizo en excusas y prometió identificar y castigar a los tres milicianos.

El incidente ha puesto de relieve las insuficiencias de la protección de la representación diplomática española, en una ciudad frecuentemente descrita como la -capital mundial del terrorismo-, que custodian un par de somnolientos soldados del Ejército libanés, que no trataron de impedir el acceso a sus dependencias de los elementos armados.

Últimamente, sin embargo, Aristegui ha conseguido de su ministerio en Madrid la adquisición del sistema de radio que permite localizar en cualquier momento a sus usuarios y la autorización de compra de un coche blindado, de¡ que disponen desde hace tiempo casi todos sus homólogos europeos aquí acreditados.

Con vistas al próximo establecimiento de relaciones diplomáticas entre Madrid y Tel Aviv, los ministerios españoles de Asuntos Exteriores e Interior han preparado conjuntamente un plan de seguridad para las embajadas españolas ubicadas en Zonas calientes, que prevé el envío a Beirut de un ñutrido grupo de geos, según fuentes diplomáticas locales.