GENTE

Juan Ricardo Parajón Arboleya,

que creía llamarse Jorge Ortiz Mayor, se ha convertido en una auténtica atracción para los vecinos de Solapeña, la aldea asturiana de donde de sapareció misteriosamente cuando tenía dos años, en abril de 1958. Durante sus primeros días de estancia en Asturias, Juan Ricardo, que fue objeto de un recibimien to multitudinarlo, ha cum plido ya con casi todos los rItos tópicos inevitables en esta región: comer fabada, escanciar sidra, visitar a la Santina y asistir a la fiesta de los huevos pintos, en Pola de Siero. Pero Juan Ricardo ha logrado algo más difícil: después de una ...

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que creía llamarse Jorge Ortiz Mayor, se ha convertido en una auténtica atracción para los vecinos de Solapeña, la aldea asturiana de donde de sapareció misteriosamente cuando tenía dos años, en abril de 1958. Durante sus primeros días de estancia en Asturias, Juan Ricardo, que fue objeto de un recibimien to multitudinarlo, ha cum plido ya con casi todos los rItos tópicos inevitables en esta región: comer fabada, escanciar sidra, visitar a la Santina y asistir a la fiesta de los huevos pintos, en Pola de Siero. Pero Juan Ricardo ha logrado algo más difícil: después de una vida dura, repartida entre orfelinatos, la Legión y ocupaciones vario pintas, tiene ya, apenas llegado a Asturias, varias ofertas de trabajo. Sin embargo, hasta ahora aún no se ha logrado esclarecer su extraña desaparición -debida a un probable secuestro-, de la que fue culpada inicialmente su madre.

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