Javier de Irízar,

alcalde de Guadalajara, ha vivido un enfrentamiento singular con su concejal de Tráfico, Domingo Oñoro. Todo empezó el pasado jueves cuando la grúa municipal pocedió a retirar el coche del alcalde, que se hallaba estacionado indebidamente en las proximidades de su bufete de abogado. Durante el trayecto hasta el citado depósito de vehículos, el jefe de la Policía Municipal ordenó retornar el coche del alcalde hasta el lugar de origen. La grúa municipal dio media vuelta y dejó el vehículo en la zona prohibida. Informado el concejal delegado de Tráfico, éste, según ha confirmado el alcalde...

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alcalde de Guadalajara, ha vivido un enfrentamiento singular con su concejal de Tráfico, Domingo Oñoro. Todo empezó el pasado jueves cuando la grúa municipal pocedió a retirar el coche del alcalde, que se hallaba estacionado indebidamente en las proximidades de su bufete de abogado. Durante el trayecto hasta el citado depósito de vehículos, el jefe de la Policía Municipal ordenó retornar el coche del alcalde hasta el lugar de origen. La grúa municipal dio media vuelta y dejó el vehículo en la zona prohibida. Informado el concejal delegado de Tráfico, éste, según ha confirmado el alcalde, dio orden nuevamente a la grúa municipal de dirigirse al mismo lugar, como así ocurrió. Minutos después la grúa regresó al depósito, montó el coche del alcalde en su remolque y lo transportó hasta el aparcamiento reservado a la corporación municipal. "Estas cosas me pasan por no utilizar coche oficial", explicó el alcalde, quien aseguró haberse enterado de los hechos al día siguiente y que no pensaba cesar al concejal.

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