Índice Dow Jones, los mercados de renta fija y el dólar vuelven a situarse en cotas altas

A juzgar por el comportamiento del mercado de renta variable, de los corros de renta fija y divisas, bien podría parecer que la historia de 1984 vuelve a repetirse. Ante nuevas cotas altas del índice Dow Jones, del mercado de renta fija y del dólar, los economistas, analistas e inversores vuelven a preguntarse si éste es el inicio de un nuevo período alcista o se trata solamente de las fuertes oscilaciones que preceden a los cambios de tendencia.Durante la semana pasada se ha notado una leve tendencia al alza del precio del dinero, manifestada a través del comportamiento de los federal funds (...

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A juzgar por el comportamiento del mercado de renta variable, de los corros de renta fija y divisas, bien podría parecer que la historia de 1984 vuelve a repetirse. Ante nuevas cotas altas del índice Dow Jones, del mercado de renta fija y del dólar, los economistas, analistas e inversores vuelven a preguntarse si éste es el inicio de un nuevo período alcista o se trata solamente de las fuertes oscilaciones que preceden a los cambios de tendencia.Durante la semana pasada se ha notado una leve tendencia al alza del precio del dinero, manifestada a través del comportamiento de los federal funds (mercado interbancario), que se han situado en torno al 9%, según Shearson Lehman/American Express, mientras que el efectivo en manos del público (M-1) ha descendido 400 millones de dólares en la semana.

El mercado de bonos registró a principios de semana una oleada de optimismo tras la publicación de la tasa de desempleo, que, si bien sufrió una leve baja en su conjunto, indica que el número de empleos en el sector industrial ha disminuído de forma alarmante, induciendo a muchos analistas a pensar que la economía no estaba tan firme como se estimaba.

El optimismo de los inversores se tradujo en alzas espectaculares, que en algunas emisiones llegaron al 1,5%. Pero la euforia sería de corto efecto, extinguiéndose poco a poco, hasta transffirmarse en desánimo cuando el Departamento de Comercio publicó un alza del 1,4% en las ventas al por menor para el mes de febrero (es decir, el doble de lo estimado). Este fuerte incremento renovó los temores del inversor a un alza de los tipos de interés, pues si la economía continúa acelerándose, la Reserva Federal podría decidir un endurecimiento de las condiciones crediticias.

Estos cambios tan radicales en el sentimiento de los inversores son fiel reflejo de la actual situación de incertidumbre, en la que la abunda la disparidad de opiniones. Mientras que algunos analistas opinan que la economía y la inflación se disparan, otros estiman que la excepcional fortaleza del dólar representa un fuerte lastre para la economía estadounidense.

Ambos extremos pueden ser exagerados y es posible que el ritmo actual de crecimiento del producto nacional bruto (PNB), en torno al 4%, sea lo suficientemente pausado como para no provocar tensiones inflacionistas. No obstante, y dado el excesivo crecimiento monetario, es muy probable que la Reserva Federal decida subir temporalmente algo los tipos de interés.

El dólar, por su parte, ha conseguido a lo largo de las tres últimas sesiones de esta semana superar todo el terreno perdido durante los dos primeros días, situándose de nuevo en su reciente banda alta de fluctuación.

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