Tribuna:

Dieta macrobiótica para iniciar un viaje al miedo

Las previsiones se han cumplido hasta cierto punto, ya que el remonte eléctrico ya ha sido un hecho, aunque el mercado se encamina hacia una zona algo oscura a corto plazo, en la que el miedo y el retraimiento se pasean tranquilamente por el parqué a pesar de los intentos de poner buena cara al tiempo inestable.Las eléctricas, que se han convertido en el barómetro indiscutible del mercado bursátil, se elevaron ayer, en conjunto, 2,03 puntos, con significativas subidas en Fecsa, Iberduero, Sevillana e Hidro Cantábrico, y algo más moderadas en Hidrola y Unión-Fenosa. Pero el tirón parece ser exc...

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Las previsiones se han cumplido hasta cierto punto, ya que el remonte eléctrico ya ha sido un hecho, aunque el mercado se encamina hacia una zona algo oscura a corto plazo, en la que el miedo y el retraimiento se pasean tranquilamente por el parqué a pesar de los intentos de poner buena cara al tiempo inestable.Las eléctricas, que se han convertido en el barómetro indiscutible del mercado bursátil, se elevaron ayer, en conjunto, 2,03 puntos, con significativas subidas en Fecsa, Iberduero, Sevillana e Hidro Cantábrico, y algo más moderadas en Hidrola y Unión-Fenosa. Pero el tirón parece ser excesivamente brusco en comparación con la apatía de días anteriores. Existe el peligro de que el mercado no se haya asentado lo suficiente como para permitir unas alegrías de tanto nivel, sobre todo cuando los niveles de contratación giran en torno a los 2.000 millones diarios, pero en cierta regresión.

El crédito al mercado, sin embargo, aumenta de volumen poco a poco, y casi todo el dinero se va posicionando en el corro eléctrico. Así, en la sesión del martes, de los 260,2 millones de pesetas efectivas comprados a crédito, Iberduero se llevó 54 millones; Hidrola, 31,1; Fecsa, 23,6; Unión-Fenosa, 23,2; Sevillana, 17,8, e Hidro Cantábrico, 12,3 millones. De todas formas, parece poco probable que estas operaciones tengan su origen en una barandilla ya excesivamente castigada por estos valores y que todo responda a movimientos de grandes carteras. La inestabilidad, por ejemplo, se pone de manifiesto cuando después del tirón de ayer quedó un buen lote de papel en busca de comprador y, momentos más tarde, desaparecen las ventas y surge nuevamente dinero. Eso, más o menos, es lo que ocurrió con las eléctricas.

Al amparo de esta situación, los bancos han mejorado algo sus posiciones, reflejando la caja de las siete mayores entidades unas compras de 33.803 títulos y unas ventas de 31.599 acciones, lo que supone un saldo positivo de 2.204 títulos. No es una maravilla de resultado, pero tampoco se puede olvidar que el martes el saldo negativo ascendía a 222.173 títulos, con lo que la recuperación es más importante de lo que parece. Paralelamente, algunos expertos continúan defendiendo la idea de que Central, Banesto y Santander están dispuestos a promover un tirón, al que se unirían posteriormente Popular y Vizcaya.

Telefónica, por su parte, confirmó también el pronóstico avanzado por algunos analistas respecto a que la ampliación se desarrollará de abajo arriba, y ayer el cupón cotizó a 20 pesetas, mientras que la acción se elevó otros 1,375 enteros, al situarse en 125%. Este valor, por otra parte, se mantiene en el punto de mira de las compras a crédito, con un volumen de adquisiciones de 59,3 millones de pesetas el martes, casi la cuarta parte de este capítulo.

Es difícil, en estas circunstancias, trazar siquiera una aproximación respecto al futuro comportamiento bursátil. Pero algunos indicios parecen apuntar hacia una consolidación de los valores eléctricos y hacia un cierto mejoramiento de los valores bancarios. Telefónica se encuentra bien apoyada y sin problemas, mientras que otros sectores, como alimentación, construcción, siderometalúrgicas y químicas, se ven favorecidos por el clima del mercado.

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