Tribuna:

No cambiar nada para que nada cambie

La mejor noticia es que no haya noticias puede ser una afirmación aplicable en múltiples y variadas ocasiones, aunque difícilmente a la marcha del mercado bursátil, donde una continuada confirmación de previsiones, aunque éstas sean positivas, acaba produciendo cierta monotonía. ¡Y que siempre fuera así!, podría ser el comentario de bastantes operadores. Pero lo cierto es que también la falta de cartas ocultas en la manga impide la realización de esos sorprendentes negocios con que sueñan casi todos. En una coyuntura como la actual, en la que el análisis técnico continúa indicando una gananci...

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La mejor noticia es que no haya noticias puede ser una afirmación aplicable en múltiples y variadas ocasiones, aunque difícilmente a la marcha del mercado bursátil, donde una continuada confirmación de previsiones, aunque éstas sean positivas, acaba produciendo cierta monotonía. ¡Y que siempre fuera así!, podría ser el comentario de bastantes operadores. Pero lo cierto es que también la falta de cartas ocultas en la manga impide la realización de esos sorprendentes negocios con que sueñan casi todos. En una coyuntura como la actual, en la que el análisis técnico continúa indicando una ganancia en tomo al 15% en el primer trimestre (ahora los expertos han revisado esta cifra, aproximándola más al 20%), casi todos procuran aguantar al máximo las posiciones.

Las realizaciones de beneficios, que hicieron su tímida aparición, por primera vez en el año, en las dos segundas jornadas de la tanda anterior, parece que verán atrasado su retorno muy a finales de semana. Indicio de ello es que ayer, aunque a primerísima hora parecía que algunos se habían decidido a vender, en seguida el mercado se impuso y los cambios volvieron a repuntar.

Los bancos continúan flojos, aunque los analistas esperan cierto repunte desde el momento en que se establezca el acuerdo sobre cobro de servicios. También influirá en este pronóstico la cer canía de las primeras juntas de accionistas (Vizcaya, el día 25; Popular, el 2 de febrero, y Santander, a mediados de ese mismo mes), con las informaciones pertinentes sobre resultados del ejercicio y reparto de beneficios (el Popular ya ha anunciado una de rrama de 147 pesetas, un 5% más que el año anterior).

Los valores eléctricos, por su parte, deben mantener su fortaleza habitual, aunque es previsible que estos días sufran cierto retroceso a causa de la aparición de ventas de cupones pertenecientes a las ampliaciones de capital, prontas a finalizar. Por cierto, que la oferta pública de adquisición de Hidrola sobre Hidruña ya ha afectado a 26,6 millones de acciones pagadas al 80%, con lo que el resultado de la operación es positivo.

Alimentación, químicas e incluso algunos valores del corro side rometalúrgico siguen estando en el punto de mira de muchos ope radores, al igual que Tabacalera y Telefónica, que se aleja por arriba de la par de forma contundente, y se augura para todos ellos un excelente comportamiento en los meses venideros.

Por otra parte, ayer repartió dividendo Tabacalera, que descontó íntegras las 25 pesetas, y Banco Herrero, que repartió 65,60 pesetas, de las que recuperó 45,60 o 9,12 enteros. También ayer se publicó el anuncio oficial de la ampliación de Campsa por 10.0 10,9 millones de pesetas, gratis, y en la proporción de una acción nueva por cada acción antigua.

Las expectativas para la bolsa siguen siendo positivas, con el recuerdo aún debajo del brazo del recorte de la retribución en la última subasta de pagarés del Tesoro y esos casi dos billones de pesetas de liquidez, buena parte de los cuales terminará por aterrizar en la plaza de la Lealtad. Prueba de ese protagonismo bursátil es que en la sesión del pasado viernes se contrataron 2.592,1 millones de pesetas efectivas en acciones, mientras que las operaciones a crédito se elevaron a 778,9 millones de pesetas.

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