UGT trata de desbloquear la reconversión del sector de fertilizantes

La Unión General de Trabajadores (UGT) y la Dirección General de Industrias Químicas, del Ministerio de Industria, están desarrollando una serie de negociaciones en torno a la empresa Industrias Químicas Canarias, SA (Induca), para desbloquear la firma del acuerdo para la reconversión del sector de fertilizantes.

El sindicato socialista ha manifestado que no firmará el texto del acuerdo, para el que existe consenso en el resto de los puntos, a menos que se resuelva el problema de los excedentes laborales de Induca, empresa supuestamente perteneciente al grupo Banco Central.Fuentes d...

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La Unión General de Trabajadores (UGT) y la Dirección General de Industrias Químicas, del Ministerio de Industria, están desarrollando una serie de negociaciones en torno a la empresa Industrias Químicas Canarias, SA (Induca), para desbloquear la firma del acuerdo para la reconversión del sector de fertilizantes.

El sindicato socialista ha manifestado que no firmará el texto del acuerdo, para el que existe consenso en el resto de los puntos, a menos que se resuelva el problema de los excedentes laborales de Induca, empresa supuestamente perteneciente al grupo Banco Central.Fuentes de UGT han manifestado que el pasado viernes la federación estatal de industrias químicas del sindicato dirigió una carta personal al presidente del Banco Central, Alfonso Escámez, "solicitando una entrevista para buscar una solución al tema Induca, que tiene paralizada la reconversión del sector".

Fuentes del Banco Central, sin embargo, han puesto de manifiesto su perplejidad ante la publicidad dada a Induca como empresa vinculada al banco. "Alguien está equivocado, porque Induca nunca ha sido una empresa filial del Central; la participación del banco en Industrias Químicas Canarias no pasa del 3%". Según ello, el Central ha sido sólo el banco financiador de Induca, siendo el Banco de Valencia quien mayores intereses tiene en la firma.

El presidente de Induca, Luis Reig, ha señalado que la sociedad, que desaparece como tal tras la reconversión, no cuenta con recursos financieros para proceder a la jubilación anticipada de su personal mayor de 58 años ni para atender el esquema de intercambios de personal entre empresas ideado para los menores de esa edad. "No tenemos dinero; durante los últimos años hemos estado aguantando, con pérdidas anuales importantes, en espera de la reconversión y hemos llegado a ella exhaustos. Hubiéramos querido cerrar hace dos años y no hemos podido hacerlo a causa de la inflexibilidad de la legislación laboral española. El Ministerio de Industria ha venido a darnos ahora la razón de que debemos cerrar, pero, naturalmente, se debe encontrar una solución para nuestra plantilla".

Induca, con un capital social de 242 millones de pesetas, ha estado cerrando los últimos cinco ejercicios con pérdidas anuales medias, según su presidente, de 200 millones de pesetas. "Debe ser el Ministerio de Industria y o el sector quienes aporten los fondos necesarios para atender el problema laboral generado en Induca. Por un lado, es el ministerio quien nos dice que, efectivamente, debemos cerrar, además de haber tardado mucho en realizar esta reconversión, lo que ha empeorado nuestra situación; por el lado del sector, al cual favorecemos con nuestra retirada del mercado, sería pertinente que solidariamente se comprometiera mediante la creación de un fondo para la atención de los excedentes laborales".

El problema afecta a unos 250 trabajadores de la fábrica de abonos complejos -80.000 toneladas año- de Induca en Bilbao, y de la de Valencia, cerrada hace tiempo y cuya plantilla se encuentra en regulación de empleo.

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