Enfermos con suerte huyen.
Una persona internada en la residencia sanitaria Virgen de la Candelaria, en Tenerife, se fugó del mismo al enterarse que le habían tocado 30 millones de pesetas, y se marchó a su pueblo, Güimar, en el sur de la isla. Otras dos personas, ingresadas en el mismo centro, que obtuvieron unos seis millones de pesetas cada una, decidieron también regresar a casa....
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Una persona internada en la residencia sanitaria Virgen de la Candelaria, en Tenerife, se fugó del mismo al enterarse que le habían tocado 30 millones de pesetas, y se marchó a su pueblo, Güimar, en el sur de la isla. Otras dos personas, ingresadas en el mismo centro, que obtuvieron unos seis millones de pesetas cada una, decidieron también regresar a casa.