Tribuna:

De cómo el ocio se convierte en madre de todas las virtudes

El fin de semana ha debido de servir a muchos para asentar sus ideas y perder temores, porque la euforia del primer día de la semana se convirtió en el reverso de la medalla del pasado viernes. En aquella sesión muchos especuladores no tuvieron razón al permitirse el lujo de perder el control de sus nervios. Ayer, el mismo defecto, sólo que multiplicado por menos uno.La mayoría de los expertos consideran que la ganancia de casi dos puntos en el índice general, mientras que el sector eléctrico remontaba casi nueve, 3,21 las químicas, poco más de dos puntos la construcción y casi uno la alimenta...

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El fin de semana ha debido de servir a muchos para asentar sus ideas y perder temores, porque la euforia del primer día de la semana se convirtió en el reverso de la medalla del pasado viernes. En aquella sesión muchos especuladores no tuvieron razón al permitirse el lujo de perder el control de sus nervios. Ayer, el mismo defecto, sólo que multiplicado por menos uno.La mayoría de los expertos consideran que la ganancia de casi dos puntos en el índice general, mientras que el sector eléctrico remontaba casi nueve, 3,21 las químicas, poco más de dos puntos la construcción y casi uno la alimentación, no respondía a la realidad del mercado, del mismo modo que las bajas indiscrimidadas del viernes afectaron a estos mismos corros sin razón que lo justificase.

El sector bancario, sin embargo, continuó siendo el centro de atención de todos, quizá en la sombra y de forma vergonzante. Pero su protagonismo ha sido indiscutible. A este respecto, cabe resaltar el comportamiento cuasi unitario de los siete grandes, que registraron un saldo vendedor de 459.941 títulos (únicamente Vizcaya obtuvo números negros, con 9.985 acciones a la compra).

Al Hispano Americano correspondieron 312.563 títulos a la venta, de los que tomó el 30%, lo que supuso una pérdida de 13 enteros para la entidad. Mientras, el resto de los grandes bancos realizaron un importante esfuerzo para mantener sus cambios en base a comprar desde un 69% a un 46% de las órdenes vendedoras. Las excepciones fueron, como ya es habitual, Popular, que se permitió bajar seis enteros, y Vizcaya, que ganó tres.

El firme comportamiento de la gran banca, además, está sirviendo para inyectar confianza a los ahorradores, que comienzan a perder de vista los fantasmas del miedo.

A pesar de que el viernes algunos operadores entraron a saco en el sector eléctrico, comprando todo lo que salía a la venta, parece excesiva la recuperación que, registraron ayer estos valores. Los que actuaron de manera decidida, sin embargo, justifican su optimismo en las informaciones respecto al acuerdo alcanzado entre Administración y compañías en el tema de los intercambios de activos, que podría hacerse público esta semana, y muy a gusto de las sociedades. Los más escépticos, sin embargo, consideran que en las jornadas inmediatas son de esperar determinados recortes, ajustado a la baja las alegrías desmesuradas.

De todas formas, desde un punto de vista técnico, eléctricas y bancos ofrecen perfiles muy distintos. Mientras que las primeras se hacen acreedoras a una fuerte confianza, ya que su descenso ha rebotado en torno a la cota del 173%, lo que permite esperar nuevas recuperaciones, la banca ha roto el suelo del 115%, lo que le pone técnicamente en caída libre. Tampoco hay que asustarse por ello, ya que el resultado general se debe al nerviosismo ya comentado, por lo que la contención puede producirse sin mayores dificultades, si no hay sorpresas envenenadas.

Por lo demás, ayer comenzó la ampliación de Petromed, que ganó siete enteros del derecho, y repartieron dividendo Inmobanif (35 pesetas netas para las acciones viejas y 17,50 para las nuevas), Zardoya Otis (73,80 pesetas netas) y Colón de Inversiones (600 pesetas líquidas).

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