DOS AÑOS DE GOBIERNO SOCIALISTA

Represión a ETA y flexibilidad con los reinsertados

El Gobierno socialista ha aplicado, en estos dos años de gestión, una política diferente respecto al terrorismo, consistente en reprimir desde diversos frentes a aquellas organizaciones que matengan posiciones violentas y ser flexibles y condescendientes con aquellos militantes que los repudien. En este contexto ha situado su estrategia frente a ETA, a quien se le ha ofrecido negociar el alto el fuego a cambio de la resinserción social de sus miembros y la entrega de las armas.Sin embargo, ETA, a pesar de que entre sus dirigentes y parte de la base existe cierta disposición al diálogo, se ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El Gobierno socialista ha aplicado, en estos dos años de gestión, una política diferente respecto al terrorismo, consistente en reprimir desde diversos frentes a aquellas organizaciones que matengan posiciones violentas y ser flexibles y condescendientes con aquellos militantes que los repudien. En este contexto ha situado su estrategia frente a ETA, a quien se le ha ofrecido negociar el alto el fuego a cambio de la resinserción social de sus miembros y la entrega de las armas.Sin embargo, ETA, a pesar de que entre sus dirigentes y parte de la base existe cierta disposición al diálogo, se mantiene férrea en sus postulados y no quiere otra negociación que la de la alternativa KAS. Mientras tanto, continúa su frente de terror, que inició ante el Gobierno socialista cuando éste aún no había tomado posesión, con el asesinato en Madrid, en octubre de 1982, del entonces jefe de la División Acorazada Brunete número 1, general de división Víctor Lago Román.

Más información

Dede entonces, ETA ha venido actuando en las tres provincias vascas y en Navarra, con la excepción de dos atentados en Madrid, siempre contra altos jefes militares: el que le costó la vida al ex capitán general de Madrid Guillermo Quintana, y el que dejó malherido al general interventor del Ejército Luis Rosón, perpetrados en enero y en noviembre del presente año, respectivamente.

La libertad de movimientos de ETA en estos dos años de Administración socialista se ha visto, no obstante, fuertemente dificultada. La Guardia Civil y la policía en las provincias vascas y en Navarra, con importantes detenciones como la del liberado Lorenzo Zabarte Arregui, y el cambio político del Gobierno francés sobre el terrorismo en España, que ha conducido a la primeras extradicciones y confinamientos, han sido sus principales frentes. En 1984 han sido extraditados a España cinco miembros de ETA, dos por la justicia belga y tres por los tribunales franceses. El número de expulsados a países latinoamerianos y africanos asciende a 28, uno de los cuales ya ha regresado a España acogido a las vías de reinserción

Otro importante factor, que ha provocado gran confusión en ETA, ha sido la aparición de los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), una organización criminal de mercenarios que en el último año ha asesinado a nueve destacados miembros de la organización en territorio francés, entre ellos, Mikel Goikoetxea Elorriaga, Txapela, uno de los etarras más buscados por la policía española.

Los GAL por un lado, y la policía francesa por otro, han obligado a ETA a replegar filas. Los Ministerios del Interior de España y Francia se reunieron en dos ocasiones durante 1984 para planificar y estudiar una acción concertada frente a ETA. El ministro Barrionuevo se reunió, primero, en Madrid, con su homólogo Gaston Defferre y, posteriormente, con el sustituto de éste, Pierre Joxe. Por primera vez España y Francia coincidían en que había que acabar con el terrorismo de ETA y, en un comunicado conjunto, ambos Gobiernos se comprometían a colaborar juntos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En