Aplastante victoria republicana/Reacciones en el mundo

El adiós de un caballero de la política

Walter Mondale, de 56 años de edad, es un caballero de la política, un buen perdedor que felicita cortésmente a su adversario, Ronald Reagan, ante la innegable fuerza de la derrota."No", dijo Mondale, "no volveré a presentarme para un cargo político". La declaración, realizada ayer en la ciudad de Saint Paul, en su Estado natal de Minnesota -el único que no le abandonó en el momento crítico de la elección- deja claro que la etapa Mondale, en política, se ha acabado. Al menos por el momento. Otros políticos han anunciado su retiro, pero después vuelven a la primera oportunidad.

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Walter Mondale, de 56 años de edad, es un caballero de la política, un buen perdedor que felicita cortésmente a su adversario, Ronald Reagan, ante la innegable fuerza de la derrota."No", dijo Mondale, "no volveré a presentarme para un cargo político". La declaración, realizada ayer en la ciudad de Saint Paul, en su Estado natal de Minnesota -el único que no le abandonó en el momento crítico de la elección- deja claro que la etapa Mondale, en política, se ha acabado. Al menos por el momento. Otros políticos han anunciado su retiro, pero después vuelven a la primera oportunidad.

Mondale se va con su familia de vacaciones a las islas Vírgenes, en el Caribe, que forman parte de las posesiones estadounidenses en la zona, a tomar el sol antes de regresar a su oficina de abogados en Washington D. C., donde logrará ingresos anuales muy superiores al salario anual de presidente de EE UU, que no supera los 20 millones de pesetas. Naturalmente, a Walter Mondale le costará mirar hacia la fachada de la Casa Blanca, cuando pase por el número 1.600 de la avenida de Pensilvania. Estará el recuerdo de una aventura de la que sólo le podrá consolar el recuerdo de que ya fue desalojado en 1980 cuando era vicepresidente con Jimmy Carter.

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