El síndrome catalán

En Sevilla se da por sentado que la crisis de HYTASA no obedece a otras motivaciones que las de la competencia del sector textil de Cataluña. No faltan razones para pensarlo. Desde el dato folclórico de que tanto las banderas andaluzas como la tela para confeccionar vestidos de flamenca proceden de aquella comunidad hasta otros más fehacientes y concretos. No pasó inadvertida en Sevilla la intervención de Miquel Roca en el debate sobre el estado de la nación tras la primera incautación. Roca criticó la decisión de Abril Martorell. Tampoco las referencias del propio Pujol en l...

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En Sevilla se da por sentado que la crisis de HYTASA no obedece a otras motivaciones que las de la competencia del sector textil de Cataluña. No faltan razones para pensarlo. Desde el dato folclórico de que tanto las banderas andaluzas como la tela para confeccionar vestidos de flamenca proceden de aquella comunidad hasta otros más fehacientes y concretos. No pasó inadvertida en Sevilla la intervención de Miquel Roca en el debate sobre el estado de la nación tras la primera incautación. Roca criticó la decisión de Abril Martorell. Tampoco las referencias del propio Pujol en la campaña de las últimas elecciones autonómicas sobre la "competencia andaluza" a la industria textil catalana.

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La política seguida por el Ministerio de Hacienda con el nombramiento de Diego García Morales en la coordinación de las empresas incautadas -HYTASA, Intelhorce y Gossypium- hace suponer que las industrias andaluzas serán desmanteladas en beneficio de las catalanas. Hubo incluso una reunión de la asociación textil del proceso algodonero de Barcelona para tratar la posible reprivatización de HYTASA e Intelhorce. Entre los representantes de los trabajadores hay la certeza de que la patronal catalana estaría más tranquila sin ambas empresas y que seguirá la presión. Un cualificado sindicalista manifestaba, no obstante: "Al sector catalán no lo vemos como enemigo, sino como competidor. Eso esperamos de ellos".

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