La debilidad de los 'no alineados'

Cuando en la cumbre de Nueva Delhi, en marzo de 1983, Indira Gandhi sucedió a Fidel Castro en la presidencia de los países no alineados, se esperaba de ella, en general, una reoriéntación de este movimiento que reúne a un centenar de países del Tercer Mundo. (...) Y se podía pensar que la gran personalidad de Indira Gandhi imprimiría su marca a esta vuelta a sus principios y una mayor fuerza a las iniciativas internacionales de¡ movimiento.Pero, a pesar de los esfuerzos de su diplomacia, Indira Gandhi, en el momento de su desaparición, no había conseguido aún ningún resultado del...

Cuando en la cumbre de Nueva Delhi, en marzo de 1983, Indira Gandhi sucedió a Fidel Castro en la presidencia de los países no alineados, se esperaba de ella, en general, una reoriéntación de este movimiento que reúne a un centenar de países del Tercer Mundo. (...) Y se podía pensar que la gran personalidad de Indira Gandhi imprimiría su marca a esta vuelta a sus principios y una mayor fuerza a las iniciativas internacionales de¡ movimiento.Pero, a pesar de los esfuerzos de su diplomacia, Indira Gandhi, en el momento de su desaparición, no había conseguido aún ningún resultado del que los no alineados hubieran podido prevalecerse. (...) En cierta medida también, la inestabilidad interior en la India, acaparando la presidencia del movinúento, hipotecó su acción.(...)

Indira Gandhi había tomado la medida a la relativa impotencia de los no alineados, pero, la presidencia del movimiento le había dado la autoridad internacional para defender (...) los derechos humanos en el Tercer Mundo, denunciarla cariera nuclear emprendida por las grandes potencias y abogar por el diálogo Norte-Sur y la cooperación Sur-Sur.

Es en cuanto a estos últimos, temas y con una gestión realistaque Indira Gandhi intentó poner en marcha las resoluciones de la cumbre de Nueva Delhi. (...)

Sin embargo, con una loable obstinación, la India prosigue su campaña en favor de una conferencia monetaria y financiera. Simultáneamente, ha multiplicado sus esfuerzos para que el diálogo político entre países en desarrollo encuentre su prolongación en una cooperación tecnológica, científica y económica.

Estos temas de una llamada lanzada por los no alineados a las grandes potencias permanecen sierripre en el orden del día del movimiento, y le corresponderá a Rajiv Gandhi tenerlos en cuenta. Pero se debe recordar que en esta materia, aún menos que en política interior, no tiene ni la experiencia ni el carisma de Indira Gandhi. Y es muy probable que el movimiento lo resienta un poco.

2 de noviembre