Tribuna:

Donde hay patrón no manda marinero

Después de estar esperando el pacto social como agua en mayo, resulta que el anuncio de que Felipe González ha limado las diferencias entre las partes se produce a tan altas horas de la noche que el mercado no ha tenido tiempo para enterarse. Ver para creer. Pero los analistas estaban muy convencidos de que la bolsa no ha reaccionado ayer ante tan fausto acontecimiento y que el tirón optimista se registrará en la próxima tanda semanal.Sin embargo, la bolsa tampoco ha necesitado de estos estímulos para proseguir su tendencia ganadora, si bien es cierto que el nivel de realizaciones, especialmen...

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Después de estar esperando el pacto social como agua en mayo, resulta que el anuncio de que Felipe González ha limado las diferencias entre las partes se produce a tan altas horas de la noche que el mercado no ha tenido tiempo para enterarse. Ver para creer. Pero los analistas estaban muy convencidos de que la bolsa no ha reaccionado ayer ante tan fausto acontecimiento y que el tirón optimista se registrará en la próxima tanda semanal.Sin embargo, la bolsa tampoco ha necesitado de estos estímulos para proseguir su tendencia ganadora, si bien es cierto que el nivel de realizaciones, especialmente en el sector eléctrico, no ha sido desdeñable. Como tampoco lo ha sido el dinero contante y sonante dispuesto a salir al quite. El resultado para este corro, que ha registrado una ganancia de 9,73% en la semana, se ha limitado, consiguientemente, a sufrir algunos recortes mínimos en valores muy concretos, que además han asentado las ganancias anteriores. En nada cambian las expectativas alcistas, fomentadas continuamente por los rumores sobre las nuevas ampliaciones y sobre los movimientos de activos que se fraguan entre las distintas compañías.

Los bancos repitieron su habitual comportamiento desde hace un par de sesiones y se responsabilizaron, prácticamente en solitario, del alza del índice general. En esta semana el indicador bancario ha ganado 6,88 puntos, a pesar de las reticencias de algunos operadores en cuanto que estas entidades no estaban dispuestas a relevar a las eléctricas. Pruebas son amores. Ayer el saldo por caja de los siete grandes totalizó 455.992 títulos a la compra, siendo Popular el único que presentó acciones a la venta, aunque poco significativas. Banesto, por su parte, realizó el sprint más notorio, al elevar su cambio seis enteros con sólo 9.118 títilos a la compra. Pero lo más notable fue que, por segundo día consecutivo, Santander se encontró con una demanda astronómica: 394.484 títulos.

Fuentes de esta entidad, precisamente, señalaron que en la jornada del jueves no hubo papel de autocartera, mientras que, por el contrario, tuvieron que vender más de 200.000 acciones para evitar que se disparase el cambio, precisamente en unos momentos en que no es deseable para la entidad tal efecto, teniendo en cuenta la proximidad (el día 17) del canje de bonos -no de sorteo de amortizaciones, según puntualizaron- Y así debe de ser, porque cerró la sesión con una ganancia de tres enteros solamente.

La llegada de nuevos ahorradores, por otra parte, está disparando el volumen de negocio. La contratación se situó el jueves en 3.294,6 millones de pesetas, mientras que el barómetro de las compras a crédito mantiene unos niveles récord, con más de 500 millones de pesetas, que se dirigen de forma generalizada hacia el sector eléctrico.

Así las cosas, la bolsa presenta buenas expectativas para la próxima semana -que contará con un día menos de contratación a causa de la fiesta de la Hispanidad, o de la Raza, como se decía en tiempos-, ya que comienza la ampliación de Telefónica y el dinero deberá acudir al mercado aún en mayor volumen. También debe incidir en esta tendencia alcista la previsible firma del acuerdo económico y social y el lento pero inevitable levantamiento de las incógnitas sobre las ampliaciones eléctricas.

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