Gibraltar no ha conseguido un trato especial de la CEE ante el ingreso de España

Gibraltar no ha conseguido ni de Londres ni de las instituciones de la Comunidad Económica Europea (CEE) disposiciones especiales para protegerse frente a los efectos del ingreso de España en este organismo europeo. A Gibraltar, como a cualquier otro territorio de la CEE, se le aplicarán las medidas generales que se plasmen en el tratado de adhesión de España. Y así, si para la libre circulación de trabajadores en la Comunidad se rija un periodo transitorio de siete años, el mismo plazo se aplicará a las relaciones entre Gibraltar y España.

El primer ministro de Gibraltar, sir Joshua Ha...

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Gibraltar no ha conseguido ni de Londres ni de las instituciones de la Comunidad Económica Europea (CEE) disposiciones especiales para protegerse frente a los efectos del ingreso de España en este organismo europeo. A Gibraltar, como a cualquier otro territorio de la CEE, se le aplicarán las medidas generales que se plasmen en el tratado de adhesión de España. Y así, si para la libre circulación de trabajadores en la Comunidad se rija un periodo transitorio de siete años, el mismo plazo se aplicará a las relaciones entre Gibraltar y España.

El primer ministro de Gibraltar, sir Joshua Hassan, estuvo recientemente en Bruselas para intentar convencer a la Comisión Europea de que el Peñón requería disposiciones especiales para protegerse de la eventual adhesión de España a la CEE. Se entrevistó, entre otras personas, con el comisario encargado de la ampliación, Lorenzo Natali. Según fuentes comunitarias, fue el embajador británico ante la CEE, Michael ButIer, el que acompañó a Hassan en sus entrevistas, que, según estas mismas fuentes, poco cambiaron la situación, pues las demandas gibraltareñas no fueron atendidas.Las conversaciones técnicas sobre Gibraltar entre España y el Reino Unido prosiguen "por buen camino y con resultados alentadores", según fuentes británicas, para las cuales el Peñón "ya no es un problema para la adhesión de España a la CEE". Estas fuentes insisten en que se aplicarán a Gibraltar todas las disposiciones del tratado de adhesión, sin hacer del Peñón un caso particular, más allá del estatuto especial en materia aduanera de que ahora dispone, al margen de la Unión Aduanera de la CEE. Sin embargo, desde hace tiempo Londres ha insistido en incluir en cada uno de los capítulos pertinentes de la negociación una referencia a la aplicación de las disposiciones generales a Gibraltar.

Circulación de trabajadores

Según fuentes españolas y comunitarias, se aplicará entre España y Gibraltar -como con el resto de la CEE- la libre circulación de los trabajadores a los siete años de: la adhesión (si finalmente se aprueba este periodo transitorio), la libertad de establecimiento en ese mismo plazo, la libertad de inversiones inmobiliarias a los cinco años, y otras inversiones, dos años antes. Por parte española, se espera que esto produzca un efecto de ósmosis entre el Peñón y España que permita resolver con paciencia la cuestión política.

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Después de la expiración de los periodos transitorios de la adhesión española, la "protección de los intereses de Gibraltar, como los del resto de la Comunidad", indica una reciente explicación de Natali al Parlamento Europeo en respuesta a una pregunta de un diputado británico, "se verá asegurada por la declaración común propuesta referente a la libre circulación de los trabajadores".

Las conversaciones técnicas entre Madrid y Londres deben finalizar en breve plazo. Versan ahora sobre los problemas concretos que, según fuentes británicas y españolas, se plantean ante esta situación, como el restablecimiento técnico de las comunicaciones entre la Península y el Peñón, el derecho al trabajo o el uso del aeropuerto, evitando que a través de éste se produzca un dumping (abaratamiento anormal) en los transportes aéreos:

España busca contrapartidas especialmente en lo que se refiere al acceso de españoles al trabajo en Gibraltar. Pero, ante las presiones gibraltareñas, Londres se resiste a hacer concesiones en este sentido y prefiere la aplicación general de lo que estipule el tratado de adhesión de España a la CEE.

Según fuentes británicas consultadas por EL PAIS, en las reuniones de Luxemburgo se prefiere mantener, por el momento, estas conversaciones sin concederles trascendencia pública.

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