Tribuna:

O te la cambio por dos de 15, si puede ser

La primera sesión de la semana despertó con la intención de no dejar en mal lugar a los analistas y demostró que la bolsa mantiene ese fuerte fondo de resistencia que ha venido impidiendo en días anteriores que las realizaciones se convirtieran en un problema.Las ventas, en la sesión de ayer, disminuyeron significativamente y las cosas volvieron a estar igual que a principios de la semana pasada: el dinero se muestra dispuesto a entrar a cualquier trapo que merezca la pena. La falta de contrapartida papelera es buena señal, porque demuestra que la confianza en la continuación de la tendencia a...

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La primera sesión de la semana despertó con la intención de no dejar en mal lugar a los analistas y demostró que la bolsa mantiene ese fuerte fondo de resistencia que ha venido impidiendo en días anteriores que las realizaciones se convirtieran en un problema.Las ventas, en la sesión de ayer, disminuyeron significativamente y las cosas volvieron a estar igual que a principios de la semana pasada: el dinero se muestra dispuesto a entrar a cualquier trapo que merezca la pena. La falta de contrapartida papelera es buena señal, porque demuestra que la confianza en la continuación de la tendencia alcista no se ha olvidado. El mercado más parece encontrarse ante transacciones simbólicas que ante la búsqueda de cambiar dinero por papel.

Y para evitar los comentarios excesivamente rutinarios puede hacerse referencia a que el viernes pasado el consejo de administración de Cepsa aprobó un dividendo a cuenta del ejercicio 1984 de 40 pesetas brutas (32,80 pesetas netas) que comenzará a repartirse a partir del próximo 15 de octubre. Sin tanta seguridad, porque pertenece al sinuoso mundo de los rumores, ayer se comentaba la posibilidad de una inminente y dulce ampliación de Ebro, que sería en la proporción de una acción nueva por cada una antigua, gratis. También en el mundo de la rumorología se comentaba otra posible ampliación de Valderrivas en la proporción de una por nueve, sin concretarse él porcentaje que gozará la operación.

Otra ampliación anunciada, aunque sin que se haya desvelado hasta el fondo su modalidad, es la de Telefónica. El consejo de administración de la compañía se reúne el miércoles próximo, y allí deberán concretarse definitivamente los datos. Después habrá que esperar la aprobación oficial definitiva, aunque ya todo está negociado. Las lenguas viperinas no dejan de recordar que ese mismo día termina el plazo para que se llegue a un acuerdo sobre el pacto social.

¿Cómo no recordar en estas circunstancias que la bolsa está pendiente de esa dichosa firma para protagonizar un nuevo e interesante tirón alcista? Todo puede ser casualidad, pero ya decía Demócrito que si un día se va andando, por el campo y cae una tortuga encima de la cabeza, hay que mirar al cielo, porque se verá un águila. En otras palabras, el azar es un invento de los poetas.

Y luego, la rutina. Las eléctricas vuelven a retomar posiciones, después de unas jornadas en las que han permitido conseguir plusvalías interesantes a los más madrugadores. Telefónica, mientras tanto, continúa fortaleciéndose de cara a la comentada ampliación, encontrando dinero a 104 después de terminar la contratación.

Los bancos duermen la siesta, y el volumen de operaciones cruzadas por los siete grandes es poco importante: 32.150 títulos a la compra y 26.125 títulos a la venta. El barómetro del grupo, el Popular, sin embargo, cerró el día con una ganancia de seis puntos, tras cosechar más de 16.000 acciones a la compra. ¿Síntoma o, más bien, anécdota?

En definitiva, pocas cosas nuevas bajo el sol, ya que la tendencia prosigue siendo alcista. La esperada firma del compromiso social y el inminente anuncio del tratamiento fiscal de las inversiones favorecen este pronóstico.

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