Casi 210.000 funcionarios se veran afectados por el nuevo sistema retributivo que elabora el Ministerio de Hacienda

Unos 210.000 funcionarios de la llamada burocracia del Estado se verán incluidos en el nuevo régimen retributivo de los funcionarios de la Administración que actualmente esta pergeñando el Ministerio de Economía y Hacienda. De ellos, solamente una minoría, no más de 1.150 funcionarios, lo que representa el 0,55% de los 210.000 afectados, verán sus salarios disminuidos de una manera sensible, en más de un 6% de sus actuales retribuciones.

Por el lado contrario, 23.296 funcionarios, que representan el 11, 1 % del colectivo afectado, experimentarán aumentos salariales significativo...

Unos 210.000 funcionarios de la llamada burocracia del Estado se verán incluidos en el nuevo régimen retributivo de los funcionarios de la Administración que actualmente esta pergeñando el Ministerio de Economía y Hacienda. De ellos, solamente una minoría, no más de 1.150 funcionarios, lo que representa el 0,55% de los 210.000 afectados, verán sus salarios disminuidos de una manera sensible, en más de un 6% de sus actuales retribuciones.

Por el lado contrario, 23.296 funcionarios, que representan el 11, 1 % del colectivo afectado, experimentarán aumentos salariales significativos con el nuevo esquema, mientras que un 88,3% seguirá percibiendo los mismos salarios o se verá afectado por variaciones inferiores al 6%. Las cuantías retributivas globales van a experimentar una variación muy escasa. Según José Borrell, el primer año de aplicación del plan puede suponer un incremento comprendido entre el 0,5% y el 1% de la masa salarial de todo el personal afectado. A largo plazo, el Gobierno espera obetener los beneficios derivados de una mejor relación coste / eficacia.Se pretende que los principales ajustes queden efectuados antes de finales de octubre, de acuerdo con los distintos departamentos ministeriales. El secretario de Estado de Hacienda, José Borrell, acompañado por el secretario general del departamento, Juan Francisco Martín Seco, dio ayer cuenta en conferencia de prensa de la reforma que se prepara del actual régimen retributivo vigente en las Administraciones Públicas, al que calificaron de "impresentable e inoperante, reforma retributiva que fue presentada como la clave de una verdadera reforma de la Administración.

La filtración a la prensa de uno de los varios documentos de trabajo que se están barajando, así como el anuncio de huelga efectuado por el cuerpo de Inspectores Fiscales ha movido a los altos funcionarios a salir a la palestra pública, cuando ya han empezado las reacciones adversas de los distintos cuerpos de la Administración que se temen afectados. Sentimiento de cuerpo

El actual sistema retributivo, basado en la pertenencia a un cuerpo, está basado en una parte rígidamente establecida por la Ley, más un incentivo de cuerpo que es distribuido por los propios representantes de los cuerpos, sin intervención y casi sin conocimiento de los propios Ministerios. Ello ha creado un sistema retributivo disfuncional, con profundos desequilibrios internos y un fuerte sentimiento corporativo. El otro gran problema es el desequilibrio externo, en el sentido de que no es un sistema competitivo con el mercado de trabajo, lo que supone que la Administración debe sufrir la sangría de buenos profesionales que se van al sector privado.

Este estado de cosas pretende ser corregido con el nuevo sistema retributivo. De la mano de la Ley de Medidas para la Reforma de la Función Pública se pretende acabar con el incentivo de cuerpo y con la llamada "dedicación exclusiva". Quedarán sólamente las retribuciones básicas y aparecen dos novedades: el complemento específico ligado al puesto de trabajo, destinado a retribuir la dificultad o penosidad de las tareas, y el complemento de productividad, que servirá para compensar la diferente forma de desempeñar un mismo trabajo. La esencia del cambio propuesto consiste en el diseño de un sistema de valoración de puestos de trabajo, para retribuirlos en función de cada uno de ellos. De acuerdo con ello, hace seis meses que los responsables del proyecto empezaron a realizar un inventario de los diferentes tareas en la Administración, definiendo la retribución que les corresponde. "Solo un revulsivo retributivo puede acabar con la actual situación; queremos incentivar al personal para que asuma más trabajo y a cambio de ello se le pague más", aseguró ayer José Borrell. Para ello se contrataron los servicios de una consultora, la firma Hay Iberica, especializada en este tipo de: estudios, quien procedió a analizar 1.200 puestos de trabajo de la Administración (desde conserje a director general), homogeneizados en 23 áreas de actividad, asignando un cierto valor a cada uno de ello, en función de su especificidad, y otorgándoles un número de puntos. El paso de la valoración en puntos a la retribución total en pesetas se efectuó en base a la comparación con una muestra de 140 empresas españolas. Una revolución

De esta forma será el valor que se asigne a cada puesto de trabajo la característica fundamental de la nueva política retributiva de la Administración. Se estima que el complemento específico al puesto de trabajo afectará al 18% del colectivo citado anteriormente. Tales incentivos serán definidos anualmente por el Gobierno de acuerdo con los ministerios y publicados mediante la correspondiente orden ministerial en el Boletín Oficial del Estado.

Además se ha previsto un complemento personal transitorio que permitirá a 4.810 funcionarios adaptarse a otro puesto de trabajo, ya que de otra forma hubieran visto disminuir sus ingresos en más de un 6%. El secretario de Estado de Hacienda aseguró que no hay ninguna decisión tomada en lo que afecta a los directores generales (300 funcionarios). "El nuevo sistema es ya en sí una revolución por cuanto afecta a los 750 subdirectores generales, cuyo actual abanico salarial, de 1 a 1,8, es mucho más grande que el que proponemos".

Los responsables de Hacienda señalaron que el nuevo régimen retributivo se ha elaborado con mucha prudencia y con un margen de seguridad, ya que cada gestor dispondrá de una bolsa de complementos de productividad igual a la suma de los actuales complementos de dedicación exclusiva que se suprimen.