Tribuna:

Maniobras del amor

Diecisiete altos jefes, 17, de la prestigiosa razón social Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN para las amistades, han estado en Madrid, la cuna del requiebro y del chotís, para recibir un agasajo postinero, eso si, sin que haya asistido la crema de la intelectualidá. A no ser que consideremos a Narcís Serra, economista y melómano, un intelectual en ejercicio que a estas alturas reúne el saber suficiente para elaborar teoría militar de la más fina. Serra posee preciosos lenguajes de ciencia social y arte musical capaces de combinados, acercarse al lenguaje total aplicado ...

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Diecisiete altos jefes, 17, de la prestigiosa razón social Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN para las amistades, han estado en Madrid, la cuna del requiebro y del chotís, para recibir un agasajo postinero, eso si, sin que haya asistido la crema de la intelectualidá. A no ser que consideremos a Narcís Serra, economista y melómano, un intelectual en ejercicio que a estas alturas reúne el saber suficiente para elaborar teoría militar de la más fina. Serra posee preciosos lenguajes de ciencia social y arte musical capaces de combinados, acercarse al lenguaje total aplicado al conocimiento de la verdad, toda la verdad, sobre las marchas militares.No tan culto era el socialista belga Spaak, uno de los padres de la OTAN y tío de aquella preciosidad que se llama Catherine Spaak. Pero Spaak, muy odiado por los franquistas, a pesar de tener menos cultura que Narcís Serra, se veía venir encima al oso soviético y prestó coartada estratégica e ideológica al séptimo de caballería. Ahora, bajo la responsabilidad de Narcís Serra -según TVE, Narciso desde que es ministro de Defensa-, 17 altos jefes de la OTAN han venido, en mágica coincidencia con una reunión de la ejecutiva del PSOE para debatir e tema de la OTAN.

Variedad de uniformes y talantes. El paso de los 17 jefes militares ha sido contemplado por la población como una gran parada informativa sobre el vestuario que se lleva de capitán para arriba en los ejércitos del mundo. Así, la representación militar atlántica era en sí misma una declaración de prinpipiás sobre la pluralidad de formas y contenidos. Por ejemplo, contenía a un jefe militar de Holanda, cuyo Ejército tolera las melenas en los soldados y reglas disciplinarias muy laxas que en otros países a más de uno le habrían costado el bazo. También a un jefe militar turco, corresponsable de un régimen militar que ha hecho de la horca el instrumento más práctico para la defensa de los valores democráticos occidentales. El uno y el otro nos quieren. Han venido de maniobras. De maniobras del amor.

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