Morán admite que las negociaciones de adhesión a la CEE pueden retrasarse hasta 1985

El ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, admitió ayer la posibilidad de que se retrase hasta febrero del próximo año el final de las negociaciones para la adhesión ole España a la Comunidad Económica Europea (CEE), según informa Efe. "Confío en que las negociaciones acaben en los primeros meses de 1985, lo que permitirá la entrada en enero de 1986" añadió Morán. Por otra parte, en el Parlamento Europeo se inició ayer un debate sobre la adhesión de España y Portugal en el que la mayoría, de los grupos políticos se pronuncian claramente en favor de la conclusión de las negociaciones....

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El ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, admitió ayer la posibilidad de que se retrase hasta febrero del próximo año el final de las negociaciones para la adhesión ole España a la Comunidad Económica Europea (CEE), según informa Efe. "Confío en que las negociaciones acaben en los primeros meses de 1985, lo que permitirá la entrada en enero de 1986" añadió Morán. Por otra parte, en el Parlamento Europeo se inició ayer un debate sobre la adhesión de España y Portugal en el que la mayoría, de los grupos políticos se pronuncian claramente en favor de la conclusión de las negociaciones.

Con excepción de la extrema derecha, ecologistas y gaullistas, los diputados abogaron para que la adhesión de los dos países candidatos se produzca el 1 de enero de 1986, de acuerdo con la decisión del Consejo Europeo celebrado en Fontainebleau en junio pasado. Ello implica que el 85% de los diputados europeos desean que las negociaciones finalicen en los plazos ya previstos. La resolución que adopte el Parlamento Europeo será objeto de votación hoy por la tarde, después de que los diputados hayan escuchado al presidente del Consejo de Ministros de la CEE, el irlandés Peter Barry, y al vicepresidente de la Comisión Europea, Lorenzo Natali.

La mayoría de los observadores de los países comunitarios consideran que tras la cumbre extraordinaria de ministros de Asuntos Exteriores celebrada el martes en Dublín, las oportunidades de ingreso de España en la Comunidad Económica Europea el 1 de enero de 1986 se han visto considerablemente reforzadas.

En esa reunión, la CEE se comprometió a presentar una propuesta global sobre los temas pendientes, para que pueda ser discutida el día 2 de octubre, fecha en la que se producirá la próxima reunión con los países candidatos. La voluntad de solventar los capítulos que aún restan ha sido ratificada por todos los participantes. Los dos representantes franceses, el ministro de Relaciones Exteriores, Claude Cheysson, y el de Asuntos Europeos, Roland Dumas, han afirmado que es preciso respetar los plazos fijados a toda costa.

El problema británico

El procedimiento fijado en Dublín comporta dos compromisos. Por una parte, la presidencia irlandesa de la CEE se compromete a elaborar un texto global de propuestas sobre los puntos que aún quedan en el aire, la cual será sometida al Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de los días 17 y 18 de septiembre. Por otra parte, se han constituido tres grupos de trabajo, que estudiarán los capítulos del vino, aceite de oliva y pesca.

El Parlamento Europeo no desbloqueará en septiembre los 1.202 millones de unidades de cuenta europea (unos 150.000 millones de pesetas) preparados por el Consejo de Ministros para el reembolso parcial en 1984 de la contribución británica al presupuesto de la CEE.

Asimismo, el Gobierno de Navarra ha aprobado, a propuesta del consejero de Economía y Hacienda, la creación de un equipo de trabajo sobre materias comunitarias cuyo objeto será el estudio y análisis de la incidencia que en esta comunidad va a provocar la integración de España en la CEE. Una vez producida la adhesión de España a la CEE, las actividades de este grupo serán adaptadas a la nueva situación, informa Carmelo C. Ridruejo desde Pamplona.

Los objetivos de este equipo de trabajo serán medir y evaluar el impacto en Navarra de la adhesión a la Comunidad; realizar una prospección de las áreas que desde el punto de vista, de la integración requieran una actuación de la Administración navarra; elaborar programas y proyectos tendentes a neutralizar u optimizar los efectos de la adhesión, así como la preparación de aquellos que se deriven de la propia normativa comunitaria; proporcionar información permanente a la Administración foral sobre la evolución de la actividad comunitaria y preparar las reuniones de trabajo con la secretaría de Estado para las Relaciones con la CEE.

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