La inestabilidad parlamentaria y la crisis del PNV bloquean la actividad del Gobierno vasco al comenzar el nuevo curso

, El pleno del Gobierno autónomo celebrado el pasado lunes y la reunión, el jueves, de la Junta de Portavoces del Parlamento vasco han abierto el curso político oficial en Euskadi, en el que el lendakari Carlos Garaikoetxea deberá responder a duras criticas de la oposición -el empate en escaños puede, además, dejarlo en minoría en cualquier momento- mientras se enfrenta a una situación de incomodidad dentro de su propio partido. Los grupos de la oposición reprochan al Ejecutivo autónomo falta de iniciativa para llevar adelante los problemas pendientes, que en general permanecen bloqueados.
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, El pleno del Gobierno autónomo celebrado el pasado lunes y la reunión, el jueves, de la Junta de Portavoces del Parlamento vasco han abierto el curso político oficial en Euskadi, en el que el lendakari Carlos Garaikoetxea deberá responder a duras criticas de la oposición -el empate en escaños puede, además, dejarlo en minoría en cualquier momento- mientras se enfrenta a una situación de incomodidad dentro de su propio partido. Los grupos de la oposición reprochan al Ejecutivo autónomo falta de iniciativa para llevar adelante los problemas pendientes, que en general permanecen bloqueados.

Esta apertura del curso político es meramente oficial, porque la actividad real no ha llegado a interrumpirse en un verano durante el que se han producido, entre otros, acontecimientos como la ruptura sin acuerdo de las negociaciones sobre transferencias de servicios y fijación del cupo, la polémica sobre las extradiciones, el rebrote de la guerrilla de las banderas y la oferta de Interior de negociación directa con ETA.La Junta de Portavoces de la Cámara vasca ha fijado para el próximo día 26 la celebración del pleno parlamentario de debate sobre política general con que, según la ley de Gobierno, debe abrirse cada período anual de sesiones. En dicho pleno tendrá ocasión el lendakari de exponer su opinión sobre cada uno de los problemas, recalentados por el verano, pero también de responder al reproche de la oposición, según el cual el Gobierno vasco apenas ha actuado como tal en los meses transcurridos desde las elecciones de febrero pasado.

En general, esa falta de iniciativa es considerada efecto de la peculiar situación del lendakari dentro de su partido, agravada con la crisis de la organización nacionalista en Navarra. Sea o no sea ésa la razón de fondo, la oposición considera que en los últimos meses el Gobierno de Vitoria se ha limitado a actividades meramente gerenciales (nombramientos, organigramas de las consejerías ... ), cuando no a actuar como una especie de contestador automático, mediante comunicados de prensa, a las declaraciones de tal o cual portavoz de la Administración central.

Una crisis soterrada

La crisis latente entre Garaikoetxea y la cúpula de su partido ha permanecido últimamente soterrada, si bien al precio, en ocasiones, de que el lendákari y su Gabinete hayan aparecido ante ja opinión. pública como meros ratificadores a posteriori de tomas de posición previas del aparato del PNV. Tal sería el caso de las extradiciones: hay serios indicios, en efecto, de que el controvertido pronunciamiento del Ejecutivo autónomo sobre esa cuestión no se hubiera producido, o al menos no en los términos en que se hizo, de no encontrarse aquél ante el hecho consumado de la difusión, horas antes, de un comunicado en el que el consejo nacional del PNV exhortaba explícitamente al Gobierno francés a no conceder las extradiciones solicitadas por la Administración española.Por lo demás, el curso parlamentario se inicia bajo el síndrome del empate a 32 escaños entre el partido del Gobierno y el conjunto de la oposición. El hecho de que el PNV, por error de algún parlamentario en el momento de emitir su voto, quedase en minoría en dos o tres ocasiones antes de las vacaciones, vino a recordar a Garaikoetxea las dificultades de mantener la estabilidad de su Gobierno si no encontraba alguna fórmula de alianza o acuerdo con otros grupos. Pero, a su vez, la concreción de una política de alianzas depende decisivamente de la evolución que se produzca en la relación de fuerzas existente en el PNV.

Esa relación de fuerzas va a tener ocasión de ponerse a prueba enseguida con motivo del inicio de las negociaciones entre el Gobierno autónomo y las diputaciones forales sobre la distribución de competencias entre las instituciones comunes y las privativas de cada territorio-histórico (provincia). El vicepresidente, Mario Fernández, se mostraba recientemente optimista respecto al desarrollo de esas negociaciones, considerando que se trataba simplemente de aplicar la ley de Territorios Históricos.

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Otra alternativa

Sin embargo, para subrayar hasta qué punto dista de existir unanimidad al respecto en las filas nacionalistas, basta recordar que fue precisamente la exigencia por parte de Garaikoetxea de que se aceptase su interpretación de dicha ley lo que determinó la crisis entre el lendakari y su partido en vísperas del inicio de la última campaña electoral.Mientras tanto, Euskadiko Ezkerra, con su propuesta de doble negociación, ha adelantado su alternativa para desbloquear la situación actual. Al presentarla el viernes a la Prensa, Mario Onaindía advirtió que tal desbloqueo será imposible mientras se siga "favoreciendo el enquistamiento de posiciones y la mutua desconfianza con batallitas absurdas como la de las banderas o con declaraciones como las del PNV cuando afirma que si desapareciera ETA sería inevitable la aparición de nuevas etas".

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