Cartas al director

Los árabes

En las noticias aparecidas estos últimos días en EL PAIS sobre el atentado en Madrid contra el resistente palestino Abu Said he leído que la agresión fue perpetrada por dos jóvenes con rasgos árabes.Con el ánimo de clarificar las muy a menudo confusas apreciaciones que en nuestro país aún se dan respecto al mundo árabe, tan cercano geográfica e históricamente a nosotros, debo decir que el hecho de caracterizar a una persona como poseedora de rasgos árabes más induce a confusión que a claridad. El mundo árabe es una entidad geográfica cuya nota predominante es tener el árabe como lengua oficial...

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En las noticias aparecidas estos últimos días en EL PAIS sobre el atentado en Madrid contra el resistente palestino Abu Said he leído que la agresión fue perpetrada por dos jóvenes con rasgos árabes.Con el ánimo de clarificar las muy a menudo confusas apreciaciones que en nuestro país aún se dan respecto al mundo árabe, tan cercano geográfica e históricamente a nosotros, debo decir que el hecho de caracterizar a una persona como poseedora de rasgos árabes más induce a confusión que a claridad. El mundo árabe es una entidad geográfica cuya nota predominante es tener el árabe como lengua oficial. Esa zona del planeta se articula políticamente en naciones étnicamente muy diversas, que aun así, son árabes, y que, como tales, integran la Liga de los Estados Árabes.

Entre ellos se cuentan países cuyos habitantes no tienen en absoluto los rasgos faciales que tópicamente aquí identificamos como árabes, como sería el caso de Sudán o Somalia. Por otra parte, muchos libaneses o sirios tienen aspecto eminentemente europeo y, por poner un ejemplo de nuestro propio suelo, es sabido que los más puros omeyas de Al Andalus eran rubios y de ojos azules.

La distinción a un nivel morfológico entre los distintos grupos humanos es sumamente difícil, aunque Ibn Sad, un historiador del siglo IX, refiriéndose a la genealogía del profeta, indica que entre los varones de su estirpe no había rasgos árabes más ilustres ni de perfiles más nobles, ya que tenían las narices tan largas que "la punta caía delante de los labios".

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Debemos, pues, evitar esos fáciles y frecuentes tópicos referidos a personas con cara de moros, aspecto de norteafricanos o de rasgos árabes, que no tienen justificación antropológica alguna y que muy a menudo son reflejo de nuestros atavismos coloniales y producto de nuestros miopes ojos de rasgos no-árabes.-

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