Un albañil, cansado de sufrir bromas, mata al encargado de obra

El albañil Francisco Rodríguez mató el pasado lunes a su encargado de obra, de dos disparos de escopeta, y persiguió a varios compañeros, produciéndoles heridas de carácter grave a dos de ellos, en un cortijo del término municipal de Castel de Ferro, de Granada.Según la Guardia Civil, los hechos ocurrieron hacia las dos y media de la tarde, cuando los hombres, que estaban trabajando en una instalación de regadío por goteo, habían parado para comer. Fue entonces cuando Francisco Rodríguez, de 60 años, apareció en el lugar con una escopeta de caza y disparó dos veces sobre su jefe, José Antonio ...

El albañil Francisco Rodríguez mató el pasado lunes a su encargado de obra, de dos disparos de escopeta, y persiguió a varios compañeros, produciéndoles heridas de carácter grave a dos de ellos, en un cortijo del término municipal de Castel de Ferro, de Granada.Según la Guardia Civil, los hechos ocurrieron hacia las dos y media de la tarde, cuando los hombres, que estaban trabajando en una instalación de regadío por goteo, habían parado para comer. Fue entonces cuando Francisco Rodríguez, de 60 años, apareció en el lugar con una escopeta de caza y disparó dos veces sobre su jefe, José Antonio Fernández Vázquez, alcanzándole de lleno en la cara y en el pecho y causándole la muerte instantánea.

A continuación persiguió a sus compañeros, cinco en total, disparándoles varias veces y alcanzando a Francisco Ramos Fernández, de 22 años, a quien causó varias heridas de gravedad en una pierna, un brazo y una rodilla. Otro trabajador, en la huida, cayó por un terraplén, produciéndose rotura de varias costillas. Los otros tres trabajadores lograron escapar escondiéndose por los alrededores de la obra, sin que el agresor pudiera encontrarles. Posteriormente, el presunto homicida se entregó a la Guardia Civil.

Francisco Rodríguez, más conocido como Paco Peneque, era el centro de las bromas de sus compañeros. Por otra parte, el encargado, que era quien le había contratado, le adeudaba 15 días de trabajo. Estas circunstancias habían Ido distanciando a Francisco Rodríguez del resto de sus compañeros y creando tensión en sus relaciones, hasta el punto de que el mismo lunes por la mañana Paco Peneque había amenazado con hacer algo parecido a lo que posteriormente ocurrió.

Rodríguez, soltero, había sido emigrante en Barcelona, de donde regresó "un poco tocado", según algunos de sus vecinos. El fallecido estaba casado, tenía cuatro hijos y su esposa se halla embarazada esperando el quinto.