Reportaje:SALUD

Querer dormir y no poder

La automedicación puede ser peligrosa para combatir el insomnio

Las necesidades cuantitativas de sueño son variables, incluso en un mismo individuo. En general, se puede considerar sueño normal aquél que permite mantener al día siguiente un nivel suficiente de actividad y estabilidad psíquica (ésta en la medida en que el sueño influye en ella). Las personas que duermen bien suelen hacerlo un número de horas muy semejante cada semana. Los ancianos duermen normalmente menos y con un sueño menos profundo.Las causas del insomnio son muchas y distintas. Los tipos de insomnio son diversos. El insomnio primario es el que padecen aquellas personas que, sin ...

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Las necesidades cuantitativas de sueño son variables, incluso en un mismo individuo. En general, se puede considerar sueño normal aquél que permite mantener al día siguiente un nivel suficiente de actividad y estabilidad psíquica (ésta en la medida en que el sueño influye en ella). Las personas que duermen bien suelen hacerlo un número de horas muy semejante cada semana. Los ancianos duermen normalmente menos y con un sueño menos profundo.Las causas del insomnio son muchas y distintas. Los tipos de insomnio son diversos. El insomnio primario es el que padecen aquellas personas que, sin sufrir una enfermedad orgánica o psíquica, jamás han disfrutado de un reposo verdaderamente reparador durante su vida. Son individuos cuya existencia gira en torno a su déficit de sueño. Duermen poco, en períodos muy breves, despertando con mucha frecuencia durante la noche. Su mecanismo fisiológico del sueño está perturbado por causas que se desconocen.

El insomnio secundario, más generalizado, es el provocado por una enfermedad o un trastorno, como el dolor, el nerviosismo, la ansiedad, el pesar, etcétera. Lo sufren también aquellas personas especialmente sensibles o perfeccionistas que están constantemente en alerta y que durante la noche rumian sus preocupaciones y los acontecimientos del día. En estos individuos, lo más característico es que tardan mucho en dormirse, pero una vez que lo hacen, el sueño es profundo.

El insomnio secundario es, asimismo, un dato frecuente en la historia de los enfermos que sufren psicosis o psiconeurosis, e igualmente se presenta en los estados depresivos, en los que la cantidad de sueño se reduce y es muy ligero.

Finalmente, el insomnio puede ser consecuencia de la toma de ciertos medicamentos y estimulantes o del abuso crónico del alcohol y de los propios tranquilizantes.

Cuando la alteración del sueño es persistente hay que acudir a la consulta del médico. La automedicación, siempre inconveniente, puede ser en el insomnio peligrosa. Los tranquilizantes o las píldoras para dormir son fármacos que deben ser manejados cautelosamente por el médico. Nunca por el enfermo.

CONSEJOS

Existen algunas medidas higiénicas para combatir el insomnio. En primer lugar, levantarse de la cama regularmente, a la misma hora. Hacer ejercicio físico todos los días y no beber café ni otras infusiones estimulantes antes de acostarse. Pueden ser sustituidas por el famoso vaso nocturno de leche caliente.

Y para las personas con un alto nivel de alerta, que les es difícil coger el sueño, pueden tener gran importancia los ejercicios de relajación autógena.

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