Un repliegue momentáneo

La capacidad de absorción de papel de que había dado muestras el mercado en la sesión del martes resultó una tentación demasiado fuerte para algunos indecisos, y ayer una nueva tanda vendedora obligó a los índices generales de las cuatro bolsas a replegarse. Al cierre del día anterior, algunas posiciones que indicaban la presencia de dinero se esfumaron momentáneamente para volver a reaparecer con algo más de energía al final de los corros. No obstante, en el sector eléctrico hubo valores que, al igual que el día anterior, ostentaban un número suficiente de órdenes de compra como para recoger ...

La capacidad de absorción de papel de que había dado muestras el mercado en la sesión del martes resultó una tentación demasiado fuerte para algunos indecisos, y ayer una nueva tanda vendedora obligó a los índices generales de las cuatro bolsas a replegarse. Al cierre del día anterior, algunas posiciones que indicaban la presencia de dinero se esfumaron momentáneamente para volver a reaparecer con algo más de energía al final de los corros. No obstante, en el sector eléctrico hubo valores que, al igual que el día anterior, ostentaban un número suficiente de órdenes de compra como para recoger todo el papel que apareció por su corro y remontar los cambios anteriores. Los resultados del sector fueron muy desiguales, pero sirven para equilibrar las pérdidas de la sesión anterior. La situación al cierre volvía a marcar una retirada generalizada del papel y una presencia cada vez más activa del dinero, que, de mantenerse, llevará al sector a recuperar parte del dinero perdido.Esta idea es la que rondaba en el ánimo de la mayoría de los asistentes, pero se podía advertir un ligero tono de duda, tal vez porque ya se había comprobado que la propia firmeza del mercado es capaz de atraer, incluso de provocar, a las partidas vendedoras. Un hecho que es necesario resaltar es que el volumen de contratación continúa, siendo muy elevado, lo que significa a fin dé cuentas que se sigue comprando, y que. es muy posible que esta corriente realizadora se haya visto favorecida por quienes desean comprar a unos precios más atractivos.

Los siete grandes bancos mostraron al público una caja equilibrada, en la que los saldos mantienen las mismas cifras que en días pasados, sin sobrepasar en ningún caso los 20.000 títulos. Nuevamente parecen entrar estos valores en una fase de estancamiento similar a la que vivieron hace un par de meses, antes de tomar el proceso alcista inmediatamente anterior al pago de dividendos. A juzgar por su saldo particular, no parece haber despertado mucho interés el dividendo que el Central va a pagar el próximo día 16. Al igual que el resto del grupo, ya lo ha cotizado y sólo queda esperar para ver si logra recuperar esos nueve enteros, como también hicieron los demás en su día. Lo que sí sorprendió fue la fuerza con que el Hispano, Popular y Vizcaya respondieron a sus respectivos saldos vendedores, perdiendo entre tres y siete enteros, sin que la cosa fuese para tanto.

Las mayores alegrías, y las penas, vinieron de la mano de los valores Industriales, entre los que se dieron algunos avances espectaculares. Destacó sobre todos el de Zardoya Otis, uno de los caros del mercado, que sumó sin ninguna dificultad 23 enteros a su anterior cotización. También El Águila, capaz todavía de sorprender, recuperó 12 enteros justo a las puertas del final de su ampliación de capital, y después de varios días de efectuar pequeños retrocesos. Las expectativas sobre el futuro de este valor parecen optimistas, pero primero habrá que esperar a que se comuniquen oficialmente los resultados de la ampliación, que, como ya se esperaba, ha pasado inadvertida para el público.

También destacó, dentro del sector químico, Explosivos, que con abundante dinero se ha situado en la cota del 42%, lo que realmente no está nada mal para este valor, que a mediados de abril se encontraba al 16,75%. En suma, un mercado tan interesante como irregular, que se resiste a perder los niveles alcanzados, y con una contratación elevada y ajena a la barandilla.