Coalición Gallega acusa a AP de utilizar la Xunta en beneficio propio

La idea de una nueva derecha gallega mantenida por Gerardo Fernández Albor, casi desde el mismo momento de su elección como presidente de la Xunta, ha encontrado un escollo en el enfrentamiento verbal mantenido en los últimos días entre Alianza Popular (AP) y Coalición Gallega (CG). Los dirigentes de esta última formación política han lanzado durísimas acusaciones contra la supuesta utilización de la Xunta a beneficio propio de AP, e incluso han hablado de corrupción.Manuel Fraga, presidente de Alianza Popular, ha respondido que los representantes de CG no saben hacer otra cosa más que cacique...

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La idea de una nueva derecha gallega mantenida por Gerardo Fernández Albor, casi desde el mismo momento de su elección como presidente de la Xunta, ha encontrado un escollo en el enfrentamiento verbal mantenido en los últimos días entre Alianza Popular (AP) y Coalición Gallega (CG). Los dirigentes de esta última formación política han lanzado durísimas acusaciones contra la supuesta utilización de la Xunta a beneficio propio de AP, e incluso han hablado de corrupción.Manuel Fraga, presidente de Alianza Popular, ha respondido que los representantes de CG no saben hacer otra cosa más que caciquear". Esta polémica han puesto fin al proyecto de Fernández Albor de negociar con el grupo centrista un proyecto común frente al PSOE.

La Coalición Gallega, formada por el Partido Galleguista y la antigua UCD de Orense -cuyo hombre fuerte es el diputado Eulogio Gómez Franqueira- ha presentado un informe-denuncia que deja sentenciada la ruptura entre ambos partidos. El vicepresidente de Coalición Gallega, Ubaldo Atanes Romero, y el secretario general, José Rodríguez Peña, aseguraron públicamente poseer documentos que demuestran la "utilización mercantilista, antidemocrática y rayana en lo inconstitucional" que hace AP de los medios institucionales de la Xunta, cuyas reuniones son, en opinión del grupo centrista, "un puro mercadeo".

"Para AP", señalan, "ha comenzado la precampaña electoral, y el uso que hace de los medios económicos de la Xunta es una forma de proselitismo barato para ese partido". Algunas de las denuncias concretas son la contratación supuestamente irregular de personal, la adjudicación de obras directamente y "siempre en la cuerda floja que divide la legalidad de la ilegalidad", la concesión de otras obras "siempre a personas próximas a AP" y la "busca y captura desesperada y con la menor ética posible de concejales, alcaldes o personas relevantes de otros partidos".

Coalición Gallega asegura incluso que grupos de personas de comarcas en las que domina electoralmente AP están creando empresas y sociedades anónimas para quedarse con las contratas que otorga directamente y sin subasta pública la Xunta.

Ángel Carreño Maribona, consejero de Ordenación del Territorio y desde hace unas semanas presidente de AP en Orense, es uno de los políticos más atacados por CG. Después de aludir a sus "polémicos nombramientos", los dirigentes de Coalición Gallega califican su actuación como "una tomadura de pelo para Galicia"

El ataque de CG tuvo una sorprendentemente tímida respuesta de Alianza Popular de Galicia. Fue el propio Manuel Fraga quien, en una rápida visita a Ribadavia, contestó de pasada y en medio de otras muchas respuestas a temas de política general. "Que los restos lamentables de UCD", dijo Fraga, "se dediquen a decir estas cosas es un rasgo de humor enormemente macabro. Yo comprendo que un grupo se ponga nervioso cuando pierde alcaldes y bajas importantes, pero nosotros no nos vamos a poner nerviosos".

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