Desconcierto en el aeropuerto de Barajas por los sistemáticos retrasos en vuelos de Iberia

Las vacaciones de miles de españoles y turistas que comenzaron el pasado miércoles se están viendo afectadas por los problemas surgidos en algunos aeropuertos, fundamentalmente en el de Madrid. Medio centenar de vuelos de la compañía aérea Iberia, o atendidos por la misma, partieron del aeropuerto internacional de Madrid-Barajas anteayer, 2 de agosto, con retrasos superiores a los 15 minutos. Al menos otros 21 vuelos de Iberia, o atendidos por esta compañía, despegaron con retrasos calculados entre 4 y 15 minutos. La tónica de demoras generalizadas, y en algunos casos muy importantes, continuó...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Las vacaciones de miles de españoles y turistas que comenzaron el pasado miércoles se están viendo afectadas por los problemas surgidos en algunos aeropuertos, fundamentalmente en el de Madrid. Medio centenar de vuelos de la compañía aérea Iberia, o atendidos por la misma, partieron del aeropuerto internacional de Madrid-Barajas anteayer, 2 de agosto, con retrasos superiores a los 15 minutos. Al menos otros 21 vuelos de Iberia, o atendidos por esta compañía, despegaron con retrasos calculados entre 4 y 15 minutos. La tónica de demoras generalizadas, y en algunos casos muy importantes, continuó durante todo el día de ayer y creó en el aeropuerto madrileño una sensación de desconcierto generalizado entre los pasajeros.

Más información

Un portavoz de la compañía aérea reconoció que el incremento del tráfico de pasajeros "ha obligado a Iberia a un exceso de programación, por lo que no se dispone de los aparatos de reserva suficientes para garantizar la partida de los vuelos en caso de averías o problemas técnicos". Estos retrasos se están produciendo en la época de mayor circulación aérea, cuando Iberia transporta desde Barajas en las últimas jornadas más de 30.000 personas diarias. Pasajeros de la compañía han expresado su malestar por la ausencia de explicaciones suficientes para justificar retrasos de hasta nueve horas.La mayor parte de las demoras son de más de 15 minutos, y en algunas ocasiones se han prolongado por espacio de varias horas. Éste fue el caso del vuelo 933 de Iberia, con destino a San Juan de Puerto Rico, San José de Costa Rica y Lima (Perú), que tenía fijada salida a las dos de la madrugada de ayer y, finalmente, abandonó el aeropuerto a las 11.47 horas. En otros aeropuertos nacionales también se han producido retrasos como consecuencia de estas demoras en Barajas. Pasa a la página 35

Retrasos en los vuelos de Iberia y cambios de horario provocan las críticas de los viajeros

Viene de la primera páginaLos pasajeros, a los que Iberia tuvo que ofrecer la posibilidad de pernoctar en un hotel, fueron informados de la existencia de "una avería técnica". Otro vuelo, el 770 de la misma compañía, que debía partir hacia Copenhague (Dinamarca) a las 10.55 de ayer, despegó a las 13 horas. La única explicación a los pasajeros fue, también, que se había descubierto una avería en el aparato.

Un miembro del Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA), a cuyos portavoces oficiales no fue posible localizar durante la tarde de ayer, declaró que los comandantes de Iberia no están manteniendo "ningún tipo de huelga encubierta o represalia relacionada con la pasada huelga". Sin embargo, la misma persona explicó que "después de ver cómo se ha portado la compañía con nosotros, no estamos dispuestos a repetir nunca más los favores que le hemos hecho y seguir encubriendo sus deficiencias".

Cambios sin previo aviso

Los retrasos en la salida de gran parte de los vuelos de Iberia han coincidido, por otra parte, con protestas y reclamaciones por el desconcierto que han generado en el aeropuerto madrileño los cambios de sala de embarque o llegada respecto a las inicialmente previstas. Ciertos vuelos cuya procedencia inmediata era algún punto del territorio nacional han efectuado el aterrizaje y la descarga de pasajeros y equipajes en la terminal internacional, sin que el cambio haya sido notificado a las personas que esperaban la llegada de la aeronave hasta después de producirse.

Esta modificación por sorpresa del punto de llegada y desembarque se produjo, entre otros casos, en el vuelo de ayer Iberia 998, procedente de Santiago de Chile, con escala en Buenos Aires (Argentina) y Las Palmas de Gran Canaria. La operación de desembarque de pasajeros y equipajes del aparato que cubría este trayecto estaba anunciada en la sala número uno de la terminal nacional, aunque en realidad se realizó en la sala número uno de la terminal internacional, a considerable distancia de la anterior y en un nivel distinto en el complejo aeroportuario. Las personas que aguardaban la llegada de esta aeronave se, vieron obligadas a trasladarse por un complicado laberinto, hasta llegar a la sala donde se encontraban los pasajeros. El cambio sorprendió al mismo personal del aeropuerto. Durante la mañana, estos empleados enviaban a las personas que se interesaron por ese vuelo a la sala que figuraba en la información facilitada por Iberia. La compañía, según una de las empleadas dedicadas a la atención al público en el aeropuerto, no avisó del cambio.

Pizarras que no informan

Para evitar que los pasajeros incorporados en Las Palmas tengan que pasar en Madrid el control de pasaportes los dos grupos de viajeros son separados en la pista de aterrizaje por empleados de Iberia, que acomodan a los pasajeros nacionales e internacionales en diferentes autobuses y los trasladan a la terminal correspondiente, según explicó en Madrid la misma compañía aérea.

En este apartado destaca el caótico funcionamiento de las pizarras electrónicas que informan sobre la puerta de embarque o sala de Regada y hora de despegue o aterrizaje de cada aparato. Por este motivo, han proliferado las carreras por los pasillos, a causa de un cambio de sala de embarque o Regada en el último momento. Han sido frecuentes también los casos de errores en la identificación de los vuelos y en muchas ocasiones los tableros electrónicos ni siquiera han reflejado los retrasos.

Los propios empleados del aeropuerto reconocieron ayer el caótico funcionamiento de los tableros electrónicos y recomendaron a los pasajeros y a las personas que se interesaban por la llegada de alguna aeronave que hicieran caso omiso de los datos que aparecían en las pizarras electrónicas y se dirigieran a los mostradores de información. Los datos que aparecen en los paneles electrónicos son los que suministran las compañías aéreas, por lo que los errores pueden deberse a que éstas no los han actualizado o a que los empleados del aeropuerto no han recogido la modificación.

A todo lo anterior se han añadido en la terminal internacional de Barajas largas colas de espera ante los puestos de control de pasaportes, que, según un alto responsable del aeropuerto, "sólo se producen en horas punta del día, cuando coincide la hora de llegada de cuatro o cinco jumbos que provocan la concentración de cerca de 3.000 personas cuyos documentos de entrada en el país hay que revisar".

Durante los tres últimos días al menos, los vuelos de la compañía Iberia que parten del aeropuerto internacional de Madrid-Barajas han sufrido retrasos sistemáticos.

Archivado En