Preparativos de los Juegos Olímpicos

Vallduví, compite sin entrenarse, y los atletas no tienen circuito

En la víspera de que comiencen las competiciones de los Juegos Olímpicos, los deportistas españoles han comenzado a sentir sus primeras inquietudes y salen a relucir las quejas. El tirador Eladio Vallduví se lamenta de que "han hecho todo lo posible para que no ganemos una medalla"; los maratonianos no pueden entrenarse sobre largas distancias, so pena de ser atropellados, y el barco de, Doreste está siendo modificado con urgencia por problemas de homologación. Por otra parte, Rafael Escalas, que anda con barba, inusual para un nadador, ha anunciado su boda en una iglesia protestante para ante...

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En la víspera de que comiencen las competiciones de los Juegos Olímpicos, los deportistas españoles han comenzado a sentir sus primeras inquietudes y salen a relucir las quejas. El tirador Eladio Vallduví se lamenta de que "han hecho todo lo posible para que no ganemos una medalla"; los maratonianos no pueden entrenarse sobre largas distancias, so pena de ser atropellados, y el barco de, Doreste está siendo modificado con urgencia por problemas de homologación. Por otra parte, Rafael Escalas, que anda con barba, inusual para un nadador, ha anunciado su boda en una iglesia protestante para antes de que concluyan los Juegos

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Eladio Vallduví es uno de los de portistas españoles que optan a medalla, como campeón mundial de foso olímpico que ya ha sido dos veces, pues consiguió tal galardón en los campeonalos en Seúl-78 y Caracas-82. Tiene ahora 34 años y gran experiencia en la alta competición. Fue décimo en los Juegos de Munich-72 y quinto, en Moscú-80. Será el primer español que compita en los Juegos. Comenzará la prueba después de haber podido efectuar solamente un entrenamiento sobre 100 platos, la mitad de cuantos consta el concurso, que es, a efectos prácticos, lo mismo que nada, puesto que no da tiempo a corregir defectos ni a acostumbrarse al lanzamiento de la máquina, a la dureza de los platos y a su comportamiento ante el constante viento que sopla en las instalaciones.Las quejas del tirador se centran en que ha llegado demasiado tarde a Los Ángeles. "Otros deportistas, incluso los que compiten más tarde que nosotros, llevan semanas aquí. Por eso no hemos podido entrenarnos más que sobre 100 platos, ya que la organización, en los últimos días, restringe los ensayos. Y en ellos me he inflado a hacer ceros, porque el campo es muy difícil, además de antirreglamentario, porque las máquinas están situadas muy bajas y los platos pueden salir con un metro, de desviación. Claro, como no he podido entrenarme más no sé si es que el campo es tan realmente difícil como parece, porque los demás también hacen muchos ceros, o es que soy yo el que estoy mal de forma".

Vallduví no quiere buscar culpables en la decisión de que el viaje a Los Ángeles no lo hicieran Ricardo Sancho" el otro competidor en foso, y él junto con el resto de deportistas, que viajaron el pasado día 13.

Manuel Rivas, presidente de la Federación Española de Tiro, no lo solicitó, al contrario que otros presidentes, "porque me debo a la disciplina del Comité Olímpico Español, y es él que debe decidir cuándo conviene más que salga cada uno, de acuerdo con el calendario de competiciones. Y a mí nadie que dijo que viniéramos antes". La consecuencia es que ValIduví se encuentra desmoralizado ante una competición que él califica como 200 competiciones a un plato, "porque en cuanto falles en uno ya has concedido la ventaja al rival".

Los maratonianos

Los maratonianos Traspaderne y De la Parte también tienen motivos de queja. En esta ocasión no por premuras de viaje, sino'por desconocimiento de los técnicos. No saben dónde entrenarse.

Se tienen que contentar con sumar kilómetros corriendo por entre las calles de la villa olímpica. Ahora tienen que hacer entrenamientos de 30 kilómetros, por loque la villa se les queda pequeña. Ningún técnico sabe dónde pueden ir. Y eso que entre ellos hay un responsable de las pruebas de fondo y otro que estuvo en Los Ángeles anteriormente en misiones de supervisor.

Hoy se verán obligados, a salir a la calle y a entrenarse sobre las larguísimas avenidas, deteniéndo se en cada semáforo. Se ha preferido esa solución a la de hacer un viaje de dos horas en coche para salir de la ciudad y entrenarse sobre carretera con 40 grados de calor, que es la temperatura que normalmente se alcanza hacia el interior, a la espera de que alguien encuentre algo mejor. Alberto Salazar, el plusmarquista mundial, no, tiene ese problema. Se entrena en la pista del estadio porque en su programación él realiza series, a dos semanas de la carrera.

De todas formas, no siempre utilizar la calle como circuito es aconsejable porque ayer el atleta portugués Carlos Lopes estuvo cerca de ver cómo su ilusiones olímpicas quedaban cercenadas de imprevisto.

Dicho atleta, uno de los favoritos, precisamente, para la maratón fue atropellado por un automóvil mientras entrenaba por las calles de Lisboa, accidente del que sahó bien parado puesto que sólo sufrió heridas leves en la cabeza y en las piernas. Un portavoz del Spórting de Lisboa, club en el que corre, manifestó que Lopes estaría en Los Ángeles el dos de agosto dispuesto a participar en la maratón. En.vela también hay problemas. El, 470, de Luis Doreste y Roberto Molina, está siendo modificado porque en el interior del casco tiene un refuerzo relleno de un tejido que está prohibido. Se quejan de que la medida es absurda, porque en nada beneficia al barco, y que, además, se lo vendieron así.

El nadador barbudo

Los regatistas se convirtieron en carpinteros y están dejando en condiciones la embarcación para ser homologada antes de la prueba. Por lo que respecta a Antonio Gorostegui y José Luis Doreste, que el año, pasado se proclamaron en Los Ángeles campeones mundiales de la clase Star, ya no piensan en la medalla de oro. Dicen que ésta ya tiene dueño, el italiano Gorla, que en los entrenamientos les está sacando todo lo que quiere.

La nota social de los Juegos ha surgido con el anuncio, por parte de Rafael Escalas, de su boda con Jennifer, una estudiante de Los Ángeles, a la que conoció hace tres años. Se casarán por la Iglesia protestante, religión cuyas ideas son compartidas por el nadador español. Más tarde, en Mallorca, se casarán civilmente.

Escalas no ha prometido llevar como arras una medalla, pero sí estar en la final. Está convencido de meterse en ella, y para impresionar a los rivales se ha dejado barba y se entrena con un bañador de algodón. Gente que llegó ayer procedente de España, le contó que la fotografía en la que aparece con esa barba ha aparecido en casi todos los periódicos de España. Ha tenido que explicar una y mil veces los motivos por los que se ha dejado la barba. Y lo dice tan tranquilo, ha sido para asustar al contrario.

Dice que "aunque la diferencia de nadar afeitado y con bañador de papel representa para mí 40 segundos en los 1.500 metros, me dejo la barba como algo psicológico, pues así sé que los rivales deben de estar temblando de que no me he tenido que esforzar para conseguir la mínima olímpica, mientras que ellos andan todos aféitados hasta la cabeza. Ahora, yo el día de la prueba me afeitaré no sólo la barba, sino todo el cuerpo, menos la cabeza, porque la madre de Jennifer no dejaría a su hija que se casara con un calvo".

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