CASTILLA Y LEÓN

La Policía Municipal de un pueblo de Valladolid mata perros vagabundos a flechazos

La Policía Municipal de Laguna de Duero está, desde hace casi dos meses, dando muerte con una ballesta y flechas de 30 centímetros a los perros vagabundos que deambulan por el pueblo. La iniciativa partió del concejal socialista Mariano Delgado, responsable del personal y de la Policía Municipal, pero fue aceptada y "consensuada" por todos, según señaló el concejal.El uso de este arma medieval, que ha costado unas 20.000 pesetas, se considera más eficaz que los métodos utilizados anteriormente: lazos, cebos envenenados y pistolas que disparan dardos somníferos. El Ayuntamiento de Laguna de Due...

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La Policía Municipal de Laguna de Duero está, desde hace casi dos meses, dando muerte con una ballesta y flechas de 30 centímetros a los perros vagabundos que deambulan por el pueblo. La iniciativa partió del concejal socialista Mariano Delgado, responsable del personal y de la Policía Municipal, pero fue aceptada y "consensuada" por todos, según señaló el concejal.El uso de este arma medieval, que ha costado unas 20.000 pesetas, se considera más eficaz que los métodos utilizados anteriormente: lazos, cebos envenenados y pistolas que disparan dardos somníferos. El Ayuntamiento de Laguna de Duero, según Mariano Delgado, no dispone de presupuesto para contratar laceros, y los cebos envenenados o las pistolas-dardo eran más peligrosas y no conducían a la eliminación de los perros.

El Ayuntamiento de Laguna de Duero decidió eliminar los perros vagabundos ante las constantes quejas de los vecinos, sobre todo los agricultores, quienes consideraban que los animales dañaban sus cultivos de huerta, una de las principales fuentes de ingresos de la localidad. Las protestas parten también de la urbanización Torrelago, situada en las cercanías de Laguna, y cuyos 6.000 vecinos entendían que los perros vagabundos eran un peligro para los niños y causaban perjuicios en los jardines y otros lugares.

Mariano Delgado indicó que no creía que la caza de perros vagabundos con ballesta fuera cruel. "No lo es más que otros métodos empleados en diferentes lugares y, además, no encontramos una alternativa mejor".

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