David Lange, nuevo primer ministro de Nueva Zelanda tras el triunfo del laborismo

"Cualquiera que haya sido vuestro voto, seáis laboristas o nacionales, a todos quiero deciros que mi objetivo es trabajar únicamente por el bien de Nueva Zelanda, y quiero que trabajemos todos juntos". Con estas palabras, el hasta ahora líder de la oposición en Nueva Zelanda, David Lange, reconoció ayer su victoria electoral y reafirmó la misma oferta de un programa de unidad nacional expuesto a lo largo de toda su campaña.

Fue el de ayer un día de lluvia y nieve en Nueva Zelanda, unas condiciones meteorológicas favorables a los conservadores del partido nacional: tradicionalmente, en t...

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"Cualquiera que haya sido vuestro voto, seáis laboristas o nacionales, a todos quiero deciros que mi objetivo es trabajar únicamente por el bien de Nueva Zelanda, y quiero que trabajemos todos juntos". Con estas palabras, el hasta ahora líder de la oposición en Nueva Zelanda, David Lange, reconoció ayer su victoria electoral y reafirmó la misma oferta de un programa de unidad nacional expuesto a lo largo de toda su campaña.

Fue el de ayer un día de lluvia y nieve en Nueva Zelanda, unas condiciones meteorológicas favorables a los conservadores del partido nacional: tradicionalmente, en tales ocasiones, son los partidarios laboristas quienes se abstienen de votar. Pero éste no fue el caso ayer, y Nueva Zelanda registró una cifra récord de participación electoral, superior al 90%.El escrutinio perdió pronto emoción: casi todos los distritos registraron un incremento de los laboristas de entre un 4% y un 10%, más que suficiente para derribar al Gobierno de sir Robert Muldoon. Poco después de las nueve de la noche, el primer ministro convocaba una conferencia de prensa y reconocía la victoria laborista. Los pronósticos se habían cumplido. Los resultados provisionales dan 55 escaños para los socialdemócratas de Lange, 38 para los conservadores del partido nacional y dos para el partido del crédito social.

A sus 41 años, David Lange, un antiguo abogado criminalista, se convierte en el primer ministro más joven de Nueva Zelanda en este siglo. Ingresó en el partido hace sólo 7 años, para hacer una carrera fulminante favorecida por numerosos conflictos internos. A lo largo de ese tiempo, Lange ha tenido que hacer frente a problemas personales, además de los del partido: pesaba 370 libras (168 kilos) en 1982, y hoy es un hombre simplemente robusto, gracias a una severa dieta complementada por un tratamiento quirúrgico.

Algunos observadores neozelandeses consideran que Lange se tomará cierto tiempo antes de cambiar claramente la política económica gubernamental.

"Cuando tomemos posesión y tengamos acceso a los libros, sabremos a qué atenemos", ha respondido el nuevo primer ministro a quienes le acusan de falta de concreción en sus planteamientos."

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