No todas son de ETA

últimamente parecía que la desinformación que había en Madrid sobre el problema vasco había mejorado; pero al leer el artículo sobre ETA Militar publicado el 21 de junio en el diario EL PAÍS, uno no puede más que reafirmarse en su duda.El señor Orgambides afirma categóricamente la pertenencia de María Dolores González Katarain a ETA. Además, atribuye a mi esposa el grado de dirigente y su residencia en el sur de Francia.

No es la primera vez que se le acusa en la prensa con semejante gratuidad; casualmente una vez coincidió estando ella hospitalizada en México en espera de su hijo.
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últimamente parecía que la desinformación que había en Madrid sobre el problema vasco había mejorado; pero al leer el artículo sobre ETA Militar publicado el 21 de junio en el diario EL PAÍS, uno no puede más que reafirmarse en su duda.El señor Orgambides afirma categóricamente la pertenencia de María Dolores González Katarain a ETA. Además, atribuye a mi esposa el grado de dirigente y su residencia en el sur de Francia.

No es la primera vez que se le acusa en la prensa con semejante gratuidad; casualmente una vez coincidió estando ella hospitalizada en México en espera de su hijo.

A pesar de su larguísima ausencia en todo tipo de acciones políticas y militares, se ve que algunos periodistas se resisten a actualizar sus archivos.

No quiero ver mala intencionalidad en el comentario de Fernando Orgambides, pienso que su error es debido a una falta de documentación, por lo tanto voy a proporcionarle datos más verídicos.

María Dolores González Katarain no reside en Francia sino en México desde hace cinco años, fuera de toda vinculación con ETA Militar. Está casada, tiene un hijo de casi dos años, trabaja como traductora y está terminando la licenciatura en una de las universidades de México.

Esto se lo puedo demostrar personalmente al señor Orgambides, con direcciones y teléfonos si es que los precisa.

Además, lo que digo, me consta, no es ninguna novedad para los ministerios del Interior francés y español, y mucho menos para la policía mexicana, que cuidadosamente vigila sus pasos.

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María Dolores González no ha sido detectada en los últimos años ni en el sur de Francia ni en el norte; primero porque en los últimos cinco años no ha pisado territorio europeo, y segundo, porque hace mucho que se alejó de todas las or ganizaciones políticas y militares de Euskadi y del extranjero.

Si se pretende verdaderamente la reinserción social de los presun tos miembros de ETA, no creo que la calumnia sea para ello la mejor manera.