TRIBUNALES

Dos jóvenes 'ultras', condenados a 60 y 47 años por los asesinatos de un taxista y un empleado de gasolinera

Los jóvenes ultras vallisoletanos José Carlos Bravo del Amo y José Carlos Ramos Mateo han sido condenados a un total de 107 años de reclusión mayor como autores de las muertes de un taxista y de un empleado de gasolinera, hechos ocurridos en diciembre de 1982. La sentencia fijaba penas de 96 años por los dos robos con homicidio, y el resto, hasta los 107 años, por robos con intimidación, sustracción de vehículos, tenencia ilícita de armas e imprudencia temeraria.

Bravo del Amo y Ramos Mateo fueron juzgados por un tribunal integrado por cinco magistrados y presidido por el titular de la ...

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Los jóvenes ultras vallisoletanos José Carlos Bravo del Amo y José Carlos Ramos Mateo han sido condenados a un total de 107 años de reclusión mayor como autores de las muertes de un taxista y de un empleado de gasolinera, hechos ocurridos en diciembre de 1982. La sentencia fijaba penas de 96 años por los dos robos con homicidio, y el resto, hasta los 107 años, por robos con intimidación, sustracción de vehículos, tenencia ilícita de armas e imprudencia temeraria.

Bravo del Amo y Ramos Mateo fueron juzgados por un tribunal integrado por cinco magistrados y presidido por el titular de la Sala de lo Penal de la Audiencia Territorial de Valladolid. A Bravo del Amo se le impone una condena de 60 años y a Ramos Mateo, 42 años al aplicársele como atenuante que era menor de edad cuando ocurrieron los hechos. Ambos tienen que indemnizar con 3.000.000 a la viuda del taxista Salvador Sampedro, con 2.000.000 a su hijo y con 500.000 pesetas a cada uno de los cinco hermanos de Severino García, el empleado de gasolinera a quien dieron muerte en Herrera de Pisuerga (Palencia).Según la sentencia, Bravo y Ramos dieron muerte al taxista Salvador Sampedro para robarle el coche y dirigirse a Aldeavieja de Tormes (Salamanca), donde se apoderaron de armas para llevar a cabo sus planes. Con un rifle sustraído en esta acción, Ramos Mateo, a indicación de su compañero, mató por la espalda, tras robarle la recaudación, a Severiano García, empleado de gasolinera, 15 días después del homicidio del taxista.

La sentencia culpa a los dos jóvenes de ser los autores de dos robos con homicidio y no acepta las atenuantes de trastorno mental transitorio, embriaguez y, en el caso de José Carlos Ramos, miedo insuperable, aducidas por los defensores. Señala concretamente que no existió anulación ni abolición de sus facultades mentales, ni siquiera de forma momentánea. Rechaza también la atenuante de arrepentimiento -los jóvenes se entregaron en un juzgado un mes después del primer homicidio y 15 días más tarde del segundo- por entender que transcurrieron muchas jornadas y por haber abandonado a sus víctimas en lugares desérticos y de noche, lo que eliminaba la posibilidad de que alguien pudiera prestarles auxilio.

Repetidos atropellos

También se hace hincapié en que ambos se fumaron tranquilamente un cigarrillo después de que Ramos acuchillase al taxista y mientras decidían qué hacían con la víctima, que todavía estaba herida y a la que remataron atropellándola varias veces con el coche que conducía Bravo de Lamo. El defensor de éste había manifestado que su patrocinado sólo intervino en la acción como un mero encubridor. La sentencia, hecha pública a los seis días de la vista oral, ha sido calificada en medios jurídicos y de la abogacía como "de gran perfección técnica". Los dos jóvenes condenados a 60 y 47 años de reclusión mayor respectivamente, son, según señaló la policía, integrantes de: un comando ultraderechista autodenominado Grupo Armado 28 de Octubre, que pensaba atentar contra diversas autoridades vallisoletanas a raíz de la victoria socialista en las elecciones generales de 1982. La Audiencia Nacional ha procesado a ambos por posibles delitos terroristas.

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