CASTILLA-LA MANCHA

El presidente de la Junta, primer socialista invitado por el cabildo a la fiesta del Corpus en Toledo

José Bono Martínez, presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, puede sentirse privilegiado al haber sido invitado por el cabildo catedralicio de Toledo a participar en la tradicional fiesta del Corpus Christi. José Bono se convierte así en el primer político socialista que es invitado a este acto en los últimos años, en los que el Corpus ha producido en Toledo conflictos entre la Iglesia y el Estado, al prohibir el cardenal Marcelo González Martín la asistencia a varios ministros de Justicia de Gabinetes anteriores.

Además, Bono condicionó su asistencia a la proces...

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José Bono Martínez, presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, puede sentirse privilegiado al haber sido invitado por el cabildo catedralicio de Toledo a participar en la tradicional fiesta del Corpus Christi. José Bono se convierte así en el primer político socialista que es invitado a este acto en los últimos años, en los que el Corpus ha producido en Toledo conflictos entre la Iglesia y el Estado, al prohibir el cardenal Marcelo González Martín la asistencia a varios ministros de Justicia de Gabinetes anteriores.

Además, Bono condicionó su asistencia a la procesión a que le acompañaran dos consejeros, para reforzar el caracter institucional de su presencia, lo que, al parecer, también ha sido aceptado por el cardenal. Sin embargo, este año no ha sido invitado el gobernador civil de Toledo, Pedro Valdecantos. Hace unos meses, el obispo de Sigüenza-Guadalajara, José Pla, prohibió a José Bono apadrinar el bautizo de la hija del diputado socialista José Antonio Tercero. Ahora, el presidente autonómico se puede sentir desagraviado gracias sus buenas relaciones con el cardenal primado de España.La pomposidad de la procesión rememora el rango de la Iglesia primacía de España, culminando en la custodia de Enrique de Arfe. Ésta cubre otra interior gótica de oro puro, mandada construir por la reina Isabel la Católica con el primer oro que trajera Cristóbal Colón de las Américas. Al cardenal Cisneros le pareció poco aquella idea de la Reina, pues quería otra custodia más suntuosa para alojar la hostia santa en las procesiones del Corpus, por lo que ordenó al canónigo López de Ayala otro proyecto. Siete años tardó Arfe en construirla, y tan satisfecho quedó el cabildo que en compensación entregó a Arfe, en la Navidad de 1522, un aguinaldo de 2.500 maravedíes "para que se comprare 30 pares de gallinas Quince millones de maravedíes tuvo que pagar la catedral por el insigne proyecto, en cuya realización se empelaron 18 kilos de oro y 183 de plata.

El símbolo de Ana Bolena

Pero en esta festividad no todo es simbolismo católico; la Junta pro Corpus ha hecho de la Tarasca, que hace años no desfila ba, un símbolo profano, a la que un escritor del siglo pasado definía como "un emblema del peca do", llamando Ana Bolena a una muñeca que porta, "por la idea de que esta desgraciada mujer fue causa de que Enrique VIII de Inglaterra se apartase de la comunión católica, haciéndose así jefe cismático de su reino". La Tarasca es un monstruo serpenteado con alas y de cola ensortijada. Algunos han tachado a la junta de ser representativa de un reducto conservador y de estar anclada en el pasado. Sin embargo, Crisanto Rodríguez, su presidente, ha manifestado a este periódico que la gente que lo integra es "variada y apolítica".

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