Tribuna:

La bolsa celebró por su cuenta el 'día D' a la 'hora H'

La bolsa confirmó ayer, ante los ojos de aquellos que mantenían actitudes escépticas o negativas, que la tendencia del mercado es compradora y no vendedora. La ganancia de 1,26 puntos, que sitúa al índice general en la cota del 121,35%, significa que sólo faltan 0,25 puntos para recuperar el máximo histórico del año, alcanzado el pasado 16 de mayo. El aniversario del día más largo tuvo también su traducción bursátil.Los valores, en líneas generales, se encuentran ante una demanda generalizada, que puede resumir una jubilosa frase lanzada ayer por un operador: "¡Hoy se vende todo!". En ese cont...

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La bolsa confirmó ayer, ante los ojos de aquellos que mantenían actitudes escépticas o negativas, que la tendencia del mercado es compradora y no vendedora. La ganancia de 1,26 puntos, que sitúa al índice general en la cota del 121,35%, significa que sólo faltan 0,25 puntos para recuperar el máximo histórico del año, alcanzado el pasado 16 de mayo. El aniversario del día más largo tuvo también su traducción bursátil.Los valores, en líneas generales, se encuentran ante una demanda generalizada, que puede resumir una jubilosa frase lanzada ayer por un operador: "¡Hoy se vende todo!". En ese contexto, algunos títulos se comportaron muy por encima del tono medio, como Petromed, que ganó ocho enteros -para desmentir las previsiones de la jornada anterior-, aunque no le faltaron apoyos importantes. Y, cómo no, El Águila prosiguió llamando la atención de los habituales.

El comportamiento del valor cervecero ya es comentario obligado, aunque nadie sabe exactamente qué está pasando, salvo aquel o aquellos que estén moviendo las olas. En la jornada de ayer volvió a absorber todo el papel que se puso a la venta (unos 120.000 o 140.000 títulos) y ganó seis enteros. La pugna entre un par de compradores fue una actitud poco comprendida por los expertos. ¿Por qué presionar al alza cuando se podía haber comprado al cambio de la jornada anterior? El misterio continúa.

Pero -sí, siempre hay algún pero en cualquier situación alcista- continúan existiendo elementos confusos en estos momentos que impiden apostar definitivamente en favor de un fortalecimiento de la tendencia. No es una novedad señalar que el índice se mueve arriba y abajo en cuanto una modesta cantidad de dinero se posiciona en títulos estratégicamente situados en la ponderación del índice. En la jornada del martes, que supuso la subida de 1,33% en el índice general, sólo se movieron 873,8 millones de pesetas en renta variable. La elevación de hoy, por consiguiente, no se asienta sobre bases demasiado firmes porque el dinero continúa sin entrar a fondo en la bolsa. Más vale no engañarse con ello.

Las instituciones insisten en no apostar a fondo, y la inversión extranjera se está limitando a entrar en Telefónica (que, por cierto, ha conseguido una ganancia importante de 2,5 enteros) y en algunos valores químicos. Otro de los fenómenos que se está constatando en estas jornadas es la nueva colocación de dinero procedente de pagarés, y que vuelve hacia la renta variable, especialmente hacia las eléctricas. No hay que olvidar que los valores bancarios continúan presididos por la discreción.

Por el momento, las colocaciones son muy selectivas y con cierto carácter especulativo a corto, por lo que el cambio de tendencia alcista a través de la realizacion de beneficios puede ocurrir en cualquier momento. Ello no obsta para que el perfil de la bolsa ofrezca la imagen de contar con la fortaleza suficiente para conquistar mejores posiciones durante la jornada de hoy, aunque, en buena lógica, no deben ser tan sustanciales como en la del miércoles: el mercado no puede aguantar durante mucho tiempo la tensión de las dos últimas sesiones sin una sólida base de dinero detrás. Pero, bueno, ya se sabe que la lógica existe para que bolsa la desautorice cada dos por tres.

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