La primavera que viene

La VI Edición de Intertexmo, salón internacional de tejidos e hilados, ha reunido en Barcelona a 43 firmas, en su mayoría italianas, que han mostrado sus últimas creaciones correspondientes a la temporada primavera-verano 1985. Este salón cuenta con firmas como Manifattura, FL, Albatex, Tesse, Guabello, ISA, Limonta y Bordogna, y la presencia de 180 fabricantes españoles de prêt-á-porter y confección. Vito Lisinichia Genovese, director de Intertexmo, señala que la razón de haber organizado este salón hace cuatro años fue la inmediata entrada de España en el Mercado Común.Desde ha...

La VI Edición de Intertexmo, salón internacional de tejidos e hilados, ha reunido en Barcelona a 43 firmas, en su mayoría italianas, que han mostrado sus últimas creaciones correspondientes a la temporada primavera-verano 1985. Este salón cuenta con firmas como Manifattura, FL, Albatex, Tesse, Guabello, ISA, Limonta y Bordogna, y la presencia de 180 fabricantes españoles de prêt-á-porter y confección. Vito Lisinichia Genovese, director de Intertexmo, señala que la razón de haber organizado este salón hace cuatro años fue la inmediata entrada de España en el Mercado Común.Desde hace varios años existe gran número de firmas españolas que consumen tejidos italianos, sobre todo la industria gallega de vanguardia, que se está abriendo camino en el mercado americano. Ahora, después de recorrer los salones europeos de tejidos como Piti-Filati, Primera Visión, Interstoff (el más grande), Prato e Idea. Como, firmas españolas como Florentino, Roberto Verinno, Corteman's, Unicens y María Moreira, etcétera, cuentan con la ventaja de poder elegir con tranquilidad sus pedidos de modelaje.

El salón se mueve en cifras de ventas en torno a los 1.500 millones de pesetas por temporada. Los tejidos suelen salir con impuestos de aduana, transporte, etcétera, entre un 50% a un 60% más que su precio de coste. En general, se han presentado hilados y tejidos nobles, sobre todo sedas, linos, algodones, lanas finas, molíair, angora y mezclas de seda y cachemir en texturas suavísimas, tanto lisos como estampados y jacquards.

Resultaron muy atractivos los hilados para punto, destacando los de seda rústica, seda natural, lino rústico solo o mezclado con lurex. En colores mandan los pasteles, incluyendo una gama cromática del rosa al azul con tonos suaves como el acquamarine, madreperla, alga y salmones; tonos misteriosos como azules grisáceos, celeste océano, marino descolorido, además de tonos profundos en matices áridos como ocres, caña, marrón o rojo y los neutros en gris, beis y negro.

Los tejidos femeninos fueron interpretados por Paco Pi, quien creó unos vestidos saco hasta media pierna en lino, a rayas y cuadros difuminados en ocres, beis y amarillo; vestidos de faldas asimétricas con espaldas totalmente descubiertas en lino blanco y negro y conjuntos de faldas y blusones plisados y asimétricos en salmón subido evocando aire de charlestón

ESTÉTICA DE LOS VEINTE

Alta Costura Aragón presentó vestidos camiseros con aire de señora muy clásica en estampados de seda a rayas finas o cuadros pequeños en rojo y blanco o gris y blanco, además de serie de estampados sugiriendo cuadros de Miró con fondos azules brillantes y dibujos de objetos de colores flotando en el espacio; Jordi Matheu realizó una colección amplia en hilados de punto muy reminiscente de los años veinte. Destacaron sus faldas midi en punto de cachemir y seda acompañadas por enormes jerseis y cardigans, bien con cuello de pico cubriendo caderas, en tonos grises y pasteles combinando con blanco, o sus conjuntos de faldas y jerseis en punto de seda rústica sobre tonos pastel combinando con negro, y por fin el toque español, a base de drapeados en hilos multicolores inspirados en la mantilla española y titulado ¡olé!