La huelga en la Daimler-Benz agrava el conflicto laboral en la República Federal de Alemania por la semana de 35 horas

En la primavera caliente de la República Federal de Alemania, las huelgas del metal y de la imprenta por la semana de 35 horas se extendieron ayer. Empresas del automóvil afectadas por la falta de abastecimientos pararon la producción, y la Confederación Alemana de Sindicatos (DGB,) anuncia para la próxima semana una huelga general de solidaridad en los distritos tarifarios del metal implicados en la lucha laboral

La confusión se produjo en la Daimler-Benz de Sindelfingen, en las cercanías de Stuttgart, cuando la dirección de la fábrica ordenó el paro de la producción por falta de sumin...

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En la primavera caliente de la República Federal de Alemania, las huelgas del metal y de la imprenta por la semana de 35 horas se extendieron ayer. Empresas del automóvil afectadas por la falta de abastecimientos pararon la producción, y la Confederación Alemana de Sindicatos (DGB,) anuncia para la próxima semana una huelga general de solidaridad en los distritos tarifarios del metal implicados en la lucha laboral

La confusión se produjo en la Daimler-Benz de Sindelfingen, en las cercanías de Stuttgart, cuando la dirección de la fábrica ordenó el paro de la producción por falta de suministros. De forma espontánea, la dirección local del IG Metall respondió con una huelga que afecta a los 32.00,9 asalariados de la empresa. La huelga se declaró sin contar con la dirección central del sindiciato en Francfort.A lo largo del día de ayer, la dirección del IG Metall aprobó, la huelga en la DaimIer-Benz a partir del próximo lunes, pero la huelga de Sindelfingen seguía, en respuesta al paro de Ia producción ordenado por la dirección.

El conflicto supone que cada día dejarán de fabricarse 1.800 vehículos con la famosa estrella de la Mercedes en el radiador. La BMW, que también paró la producción, dejará de fábricar 2.000 coches diarios. A las puertas de la fábrica en Munich se manifestaron ayer unos miles de obreros.

En varias ciudades de la RFA hubo manifestaciones de solidaridad con los huelguistas del sur de la RFA. En Dortmund, 8.000 personas salieron a la calle. La Federación Alemana de Sindicatos (DGB), que agrupa a las 16 ramas sindicales, anunció en Francfort la solidaridad con los huelguistas y para el martes una huelga de todos los sindicatos en la zona en conflicto. La DGB quiere responder así a la medida de cierre patronal anunciada para el próximo martes. El lunes, la huelga se extenderá al distrito tarifario de Hesse, donde el IG Metall acordó una huelga de 33.000 obreros más, que afectará a la empresa automovilística Opel y otras fábricas de Daimler-Benz. La Volkswagen anunció que podrá mantener la producción hasta el miércoles de la semana próxima.

Conflicto en la imprenta

Además de la huelga del metal, se ha extendido la de la imprenta, que reivindica también la jornada de 35 horas. Las revistas semanales pasarán muchos apuros para salir; el diario Die Welt tuvo que imprimirse al mediodía de ayer, y del Süddeutsche Zeitung se tiraron sólo 127.000 ejemplares, en vez de los 300.000 habituales.En el congreso del Partido Socialdemócrata (SPD), que empezó ayer en Essen, se ha presentado una resolución de apoyo a la huelga del IG Metall. En su discurso de apertura, el ex canciller Helmut Schmidt (SPD) acusé al Gobierno de Bonn de haber roto el consenso social en la RFA y haber cometido un grave error por injerirse en la lucha tarifaria y tomar partido contra la semana de 35 horas.

El canciller Helmut Kohl (CDU) había calificado de "estupidez" la huelga por la semana de 35 horas. Schmidt denunció que "el doctor Kohl y el conde de Lambsdorff" quieren restablecer la situación y decir quién es el amo de la casa aprovechando la situación de que hay dos millones de parados. El ex canciller, que no se presenta a la reelección como vicepresidente del SPD, alabó el orden social existente en la RFA durante su Gobierno, con menos horas de huelga que en Japón y otros países occidentales.

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